Los principales partidos de la Comunitat Valenciana han acelerado su expansión por las redes sociales en los últimos meses para librar la batalla electoral de las autonómicas y municipales también en Internet, donde es la coalición Compromís la formación con más apoyos y mayor implantación.

La última encuesta hecha pública por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no daba ni un solo escaño a Compromís en Les Corts, pero la suma Bloc-Iniciativa-Verds es decana en las redes sociales y gana en seguidores al PPCV y al PSPV, que cuentan con un respaldo de internautas similar.

El PPCV, que ya contaba con más de 8.000 seguidores en su perfil oficial de Facebook, ha creado un grupo específico para su programa electoral en el que detalla sus propuestas, refleja los actos de campaña y ofrece a sus "fans" la posibilidad de exterminar a enemigos comunes -la crisis, el paro o las plataformas petrolíferas- en el videojuego online "Problem invaders".

"El PP es el partido con más afiliados, votantes y simpatizantes y, sin embargo, con ello no basta", advierte la directora de Campaña, Paula Sánchez de León, quien inauguró este grupo el pasado abril en la red social.

Desde entonces, el programa del PPCV ha interesado a 1.267 internautas, cifra muy alejada del número de admiradores de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, su principal baluarte en la red, donde congrega a unos 7.200 seguidores en Facebook y 1.100 en Twitter.

El partido, que también ha impulsado los perfiles de la candidata a la Alcaldía de Alicante, Sonia Castedo (5.631 seguidores en Facebook y 1.300 en Twitter), y del aspirante a la reelección en Castellón, Alberto Fabra (1.269 y 125), no ha abierto ninguna página al presidente del PPCV y de la Generalitat, Francisco Camps.

Oficialmente ausente de estas plataformas, Camps protagoniza oficiosamente decenas de grupos que alaban y, con más frecuencia, critican su gestión: "Amigos de Francisco Camps", "Todos con el presidente Camps", "Una limosna para Francisco Camps" o "A Francisco Camps le gustan los trajes. \u00A1Que le hagan uno de rayas\u00A1".

En la oposición, los "Socialistas Valencianos" pierden la pista a los populares en Twitter (con casi 1.000 seguidores menos), pero les superan por un centenar en Facebook y les ganan en su canal de Youtube, que ya ha recibido cerca de 65.000 visitas, 11.000 más que el del PP.

Los socialistas se han asegurado una media de 300 visitas diarias con el "TeleAlarte", presentado por la periodista María Verdoy, que ya cuenta con una página oficial en Facebook y con sólo cinco admiradores menos que el candidato del PSPV a la Alcaldía de Valencia, Joan Calabuig, quien logra 29.

El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, Jorge Alarte, tiene 3.360 seguidores, unas decenas menos que la candidata de Compromís Mònica Oltra y quien, sin ser cabeza de lista, es el principal estandarte de la coalición en la red.

Uno solo de sus vídeos, aquel en el que Oltra reprende al diputado popular Ricardo Martínez por romper ruidosamente unos papeles mientras ella interviene en una comisión parlamentaria, ha sido visto en 92.414 ocasiones.

Además de superar a los dos grandes partidos en Facebook y Twitter, Compromís fue pionero en crear su propia red social -"Xarxa Activa't"- y es el más transparente de Internet, donde el votante puede averiguar cómo conoció Oltra a su pareja, cómo vestía en los 80 y qué países ha visitado con un programa de geolocalización.

Aunque Alarte sea el único candidato con una aplicación para el iPhone -"Alarte 11"-, y el PP haya creado su propia plataforma -"Red PPCV"-, Compromís ofrece más posibilidades a sus simpatizantes: la de elegir los puntos del programa por votación online, copiar el logotipo de Compromís y adquirir las camisetas que Oltra ha exhibido en Les Corts.

La presencia de Esquerra Unida en la red es la más discreta, pues si bien ha conectado con más de un millar de internautas en sus páginas de Facebook y Twitter, se prodiga poco en Youtube y en los blogs, que la candidata a la Generalitat, Marga Sanz, no actualiza desde hace más de un año. EFE