Los resultados de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que vaticina una amplia victoria del PP en los comicios autonómicos del próximo 22-M y un desplome socialista no convencieron ayer a nadie. Ni a los ganadores, en este caso los populares con Francisco Camps a la cabeza; ni tampoco a los perdedores. Desde la dirección regional del PP apuntaron que un muestreo tan favorable en el arranque de una campaña de perfil bajo sólo puede conducir a una desmovilización de sus votantes. Los populares, de hecho, hace meses que no sacan a la luz ni una sola encuesta pese a que analizan cada semana datos demoscópicos tanto locales como autonómicos. En las filas socialistas, por su parte, el resultado del sondeo cayó como un jarro de agua fría e, incluso, entienden que, de haberse hecho la "cocina" de la muestra de otra manera, los resultados que arrojaría la muestra serían muy diferentes.

La cúpula regional del PP entiende que la encuesta, con datos de hace dos meses, está tabulada con toda la intención para relajar a su electorado y dejarlo en casa pero también, al tiempo, para advertir a los votantes socialistas de que deben acudir a las urnas con el objetivo de evitar que los populares controlen, de nuevo, la inmensa mayoría de los grandes centros de poder de la Comunidad. Para los socialistas, sin embargo y a pesar de los que apuntan que el sondeo facilitará la posibilidad de agitar a una bolsa de votantes que tiene pocas ganas de acudir a las urnas, el sondeo del CIS vaticina una sangría de votos en las elecciones del 22-M que, según la encuesta preelectoral, tiene parte de su explicación en la escasa fidelidad de los propios votantes del PSPV. La lectura de los datos teniendo en cuenta el recuerdo de voto en las elecciones de 2007 ofrece dos claves importantes para entender la debacle. Sólo el 48% de los encuestados que hace cuatro años confiaron en el entonces candidato Joan Ignasi Pla tienen intención de volver a votar a ese partido, mientras que un 14% asegura que votará a un partido distinto. El drama para la formación que lidera Jorge Alarte es que la principal fuga de votos se va al PP. Un 8% afirma que votará a Francisco Camps, mientras que el resto lo hará a Esquerra Unida o a Compromís. El porcentaje de votantes socialistas que confiesan que les gustaría que ganara el PP se amplia al 10%, según el CIS.

Junto a la fuga de votos, la segunda clave está en la importante bolsa de indecisos entre los votantes socialistas. Un 25 %, es decir, uno de cada cuatro valencianos que hace cuatro años apoyó al PSPV hoy no tiene claro a quien votar. También resulta evidente en el análisis de los datos que existe un voto oculto en el electorado socialista. Este porcentaje de indecisos baja al 14% cuando a este colectivo se le pregunta qué partido considera más cercano a sus ideas. El porcentaje de antiguos votantes socialistas que se mantendrían leales a las siglas se eleva al 66 %. Con todo, otras preguntas de la encuesta vuelve a evidenciar la falta de fidelidad del votante socialista. A un 61 % le gustaría que ganara Jorge Alarte, pero un 10% su preferencia es que siga gobernando el PP.

El escenario es completamente distinto para los populares con un voto mucho mucho más fiel. Ya de entrada el 76 % de los valencianos que votó al PP en 2007 tiene intención de volver a hacerlo. El trasvase de votos a otros partidos es insignificante y sólo un 14% no tiene claro a estas alturas si repetirá con la misma papeleta. En el resto de la izquierda, reparto de la herencia. De la antigua coalición, un 41% de los votantes confia ahora en EU y el 18% en el nuevo Compromís.

Sonia Castedo: "Que nadie se confíe. No hay nada ganado"

La encuesta del CIS no convence a la alcaldesa y candidata popular, Sonia Castedo, pese a contemplar un triunfo arrollador del PP en las urnas. No se fía y pide a la gente que tampoco lo haga. En su opinión, puede estar "más o menos manipulada" por el Gobierno para "desmovilizar el voto al PP". Para Castedo, "ese es el objetivo de la encuesta" y espera "que no lo consiga". Por ello, pidió "que nadie se fíe" de las encuestas, que pretenden, según ella, "que los militantes se confíen". Castedo insistió en que "no hay nada ganado y no lo habrá hasta el 22 de mayo". El Consell, en su reunión, analizó los resultados del sondeo. El titular de Educación, Alejandro Font de Mora, que ayer ejerció de portavoz, sostuvo que la encuesta "aprueba", pese a la evidencia de los datos, la acción del Ejecutivo autonómico a la vez que ha incidido en que esta "valoración positiva" abarca tanto a la acción del como al presidente de la Generalitat, Francisco Camps. S. E. / A. F.