A la petición a la Santa Faz de salud y trabajo, algunos sumaron un buen puñado de votos. El desembarco de políticos en la Peregrina estuvo marcado ayer por el arranque de la campaña electoral. Las nuevas caras de las candidaturas municipales aprovecharon para dejarse ver en el multitudinario evento, al que no faltaron los de siempre ni buena parte de los defenestrados de las listas. Más ajustada fue la representación del Consell, con la fugaz participación de su jefe, Francisco Camps, y la asistencia de cuatro consellers -Mario Flores, Juan Cotino, Angélica Such y Trini Miró- y de la presidenta de las Cortes, Milagrosa Martínez. En esta ocasión no hubo ministros, pero no faltaron los de siempre y el protagonismo lo supo copar el PP frente a la discreta presencia del PSOE, que acudió al monasterio en su habitual procesión cívica paralela a la religiosa.

La romería se convirtió en un escaparate de cara a la sociedad alicantina en el que se pudo constatar la distancia, más que física, entre la alcaldesa, Sonia Castedo, y el presidente de la Diputación y número dos de su lista electoral, José Joaquín Ripoll, quien fue alejándose de la primera línea de la comitiva oficial hasta encontrarse con el expresidente de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana, para compartir el camino. Este último acaparó el protagonismo de la romería tras la marcha del jefe del Consell, Francisco Camps, en el primer tramo de la misma -a la altura de la Basílica de Santa María- al encontrarse aún convaleciente de su operación de hernia.

Castedo, quien intentó no perder la pose ni la sonrisa para evitar objetivos indiscretos, encabezó la comitiva, con un inseparable Juan Seva, quien la acompañó junto con el conseller de Infraestructuras, Mario Flores, cuando abandonó la romería para interesarse por la protesta que organizaron los trabajadores de la empresa del transporte público. Flores prometió a los trabajadores la mediación del Consell en el conflicto laboral. Un gesto con claros tintes de campaña que les obligó a salir a la carrera y Castedo tuvo que subir a bordo de una moto, sin casco, para poder alcanzar a la comitiva oficial antes de que llegase al monasterio.

Ripoll no tardó en descolgarse del lado de Castedo, mientras Zaplana, rezagado, aligeró el paso hasta que ambos se encontraron a la altura de Vistahermosa y no se separaron durante el resto del camino. A su alrededor, se dejaron ver varios diputados provinciales y también la diputada nacional Macarena Montesinos.

Otro descuelgue de la primera línea fue el del edil popular Antonio Sobrino, al que Castedo ha eliminado en su candidatura. Un más que posible signo de decepción que no mostraron otros concejales defenestrados como Laura Chorro o Kiko Sánchez Luna, quienes no se separaron de sus todavía compañeros del equipo de gobierno local. De las nuevas incorporaciones a la lista popular apenas hubo ausencias. Sólo la de Mari Carmen de España por su incipiente embarazo.

Llegados a la pedanía, fue Zaplana quien acaparó el protagonismo y el aplauso de una multitud de romeros cuando el rector de la basílica de Santa María, Antonio Vivo, le dirigió un emotivo agradecimiento en correspondencia al papel que jugó el expresidente del Consell en la restauración de la basílica hace ya más de una década. "Lo he hecho por lealtad y gratitud", explicó Vivo cuando terminó su homilía.

El concejal Juan Zaragoza, uno de los protagonistas de la jornada por ser el encargado de abrir el camarín que custodia la Reliquia, se pronunció al respecto: "Comparto y suscribo íntegramente todo lo que ha dicho Antonio Vivo".

En la homilía también hubo palabras para Camps, para quien Vivo pidió una pronta recuperación, y para Castedo, a quien le aconsejó pedir "con las dos manos". Algo que la alcaldesa aseguró estar dispuesta a hacer si logra una victoria en las urnas.

La presencia del PSOE en la Santa Faz fue mucho más discreta, pese a la oportunidad que ofrecía el tradicional evento para exhibirse y promocionarse de cara a la campaña electoral. Como es habitual, los socialistas -con el candidato a la presidencia del Consell, Jorge Alarte, y la candidata a la alcaldía, Elena Martín a la cabeza- llegaron a la pedanía en la procesión cívica que precede a la religiosa y mucho menos multitudinaria. Su camino terminó en una carpa para recuperar fuerzas con un almuerzo y antes de las once, tanto Alarte como el síndic socialista en las Cortes, Ángel Luna, se marcharon de allí para asistir a un acto. Les siguió minutos después Elena Martín. Se quedaron, entre otros, buena parte de los miembros de la candidatura municipal, la actual portavoz municipal, Carmen Sánchez Brufal, y el que ocupara este cargo anteriormente, Roque Moreno. Junto a ellos estuvo también la alcaldesa de Mutxamel, Asunción Llorens.

De Compromís (Bloc-Iniciativa-Verds) se dejaron ver por la Peregrina Enric Morera, Toni Arques y Tomàs Mestre.

Otras caras conocidas en Santa Faz fueron las del candidato popular a la alcaldía de El Campello, Juan José Berenguer, la del alcalde la Nucía, Bernabé Cano, la alcaldesa de San Vicente, Luisa Pastor, el secretario general del PP en la Comunidad, Antonio Clemente, el delegado del Consell, José Ciscar, o el presidente del Puerto, Miguel Campoy.