Miles de cañas esperan a los romeros que participan hoy en la tradicional Peregrina que parte de la Concatedral de San Nicolás a las 8 de la mañana en una jornada que se prevé nublada, pero calurosa. El recorrido de ocho kilómetros hasta la Santa Faz transcurrirá junto al renovado Vía Crucis que, tras tres años ausente, volverá a acompañar a los peregrinos. Como novedad, las cruces se han reubicado en el lado de la calzada por el que discurre la romería y la primera de las estaciones se ha instalado en la plaza de Santa Faz, detrás del Ayuntamiento.

Durante la jornada de ayer se ultimaron los preparativos para la multitudinaria romería, en la que el Ayuntamiento espera que participen más de 200.0000 personas y ha diseñado, por primera vez, un plan especial de actuación ante las emergencias, como exige la nueva normativa. Más de 290 agentes de la Policía Local y otros 150 de la Nacional y Guardia Civil velarán por la seguridad de los participantes y a ellos se sumarán efectivos de Bomberos, Protección Civil, Cruz Roja y la asociación Dya.

Uno de los momentos más intensos de la romería será la extracción de la Reliquia de la hornacina que la custodia en el camarín del monasterio. Por ello, ayer el capellán de Santa Faz, José Luis Casanova, y el concejal síndico designado este año por el Ayuntamiento, Juan Zaragoza, ensayaron la apertura de las cuatro cerraduras del tabernáculo para seguir los pasos del protocolo y no dejar nada al azar.

Zaragoza fue el primero en subir hasta la hornacina para introducir en las cerraduras las dos llaves que custodia el Ayuntamiento. Como marca la tradición, las otras dos llaves las guardan las monjas clarisas y el capellán es el encargado de introducirlas.

"Juan, no la fuerces"

En el ensayo no faltó la anécdota. El concejal síndico introdujo con certeza las dos llaves, pero a la hora de extraerlas, una de ellas se le resistió. "Juan, no la fuerces", le recomendó la edil designada como suplente, Asunción Sánchez Zaplana. "Estoy empezando a ponerme nervioso", respondió él. Pero no había por qué estarlo. El capellán subió a explicarle que la llave debía de extraerla en posición oblicua.

Después, el capellán introdujo sus dos llaves y abrió la hornacina permitiendo a los ediles que se acercaran a ella para besarla y comprobar lo que, según Casanova, muy pocos han podido ver. "La Santa Faz tiene un pequeño roto en la pintura -a la altura de la barba- que deja ver el interior y comprobar que, efectivamente, el velo está dentro", explicó. Según el capellán, no es un nuevo descubrimiento, pero señala que muy pocos lo conocen y lo han podido comprobar porque "sólo se puede ver desde muy cerca". Lo que se observa es, como explicó, "una tela oscurecida y de diferente material".

Tras el ensayo, Zaragoza confesó ser un gran devoto de la Santa Faz y dijo sentirse orgulloso de ser elegido síndico. Reveló que guardaría las llaves hasta hoy debajo de su almohada. "Las llevaré a mi casa, para que las vea mi familia y mi suegra que está muy enferma. Cerraré la casa a cal y canto y la pondré debajo de mi cabeza".

Hoy se repetirá esta operación y, una vez extraída la Reliquia, el Obispo la trasladará hasta la plaza para oficiar la misa. Como novedad, a su salida del monasterio, jóvenes y cofrades acompañarán a la imagen.

Miles de personas podrán contemplar la Reliquia durante la jornada de hoy, pero ya ayer muchos devotos se acercaron hasta el monasterio para venerar a la Santa Faz. Hasta allí se acercaron excursiones escolares, de gente mayor y discapacitados para evitar la aglomeración de hoy.

Además de los peregrinos que partirán desde Alicante, se espera que hasta la pedanía lleguen romeros de las localidades cercanas y no sólo a pie. Desde San Vicente una treintena de jóvenes cubrirá la distancia en patines. También se realizará una romería a nado desde el Postiguet hasta alcanzar la Playa de San Juan.