Las elecciones municipales y autonómicas del próximo 22 de mayo están siendo de perfil bajo en los partidos. La nueva ley electoral, que impide muchas iniciativas políticas hasta mañana, el sentimiento ciudadano de desapego político, la "desaparición" del principal candidato hasta esta semana y la crisis económica son algunas de las causas. Pero esta falta de "nervio" cuando sólo faltan 17 días para los comicios no sólo afecta a los contendientes, sino también a la sociedad civil que influye en su transcurso. Así, mientras en 2007 los sindicatos, las plataformas cívicas y las asociaciones de todo tipo se aglutinaron en el beligerante "Ja en tenim prou", este año estas entidades se han limitado, de momento, a plantear un manifiesto que presentarán hoy en Valencia.

Así, en 2007 "Ja en tenim prou" impulsó todo tipo de iniciativas que cuajaron en un vídeo protesta que se repartió por toda la Comunidad Valenciana, asistieron a todas las manifestaciones previas o incluso llamaron a votar "contra" el PP. Este año, aunque con un discurso muy crítico con la gestión de los populares en el Consell, la movilización cívica es mucho menor e individualizada y su intento de influir en las elecciones se centra en una llamada a la "participación masiva".

En la esencia del documento que se presenta hoy y que, entre otras asociaciones, está suscrito por la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas de Alicante destaca la actitud frente a la corrupción, "que ha llegado al País Valenciano a niveles impropios en una democracia consolidada y madura". Desde las entidades cívicas piden que se descarte este fenómeno como "instrumento de agresión partidaria" e invitan a todos los partidos políticos a "exponer sus causas y los compromisos que los partidos propugnan para evitar su perpetuación". Aunque fuera de tiempo porque las candidaturas ya son oficiales, el texto reclama que "no se incluyan imputados por corrupción en las listas" y que se tomen medidas eficaces para la transparencia y la participación social en la vida pública. Además, reclaman austeridad a las administraciones y critican la confusión entre gobernantes e instituciones.

Participación ciudadana

Una de las principales bases del documento es la participación ciudadana. En el manifiesto argumentan que las elecciones "no son un momento político que deba ser monopolizado por las fuerzas políticas participantes, sino que debe ser un periodo de apertura a la sociedad civil". "Exigimos a los partidos y los candidatos que sean estrictamente respetuosos con la sociedad civil, que consideren a los electores como personas inteligentes y mayores de edad", reclaman. En este punto exigen que se excluyan de las prácticas políticas "el insulto, la manipulación, la personalización excesiva, el uso fraudulento de los recursos públicos y la espectacularización innecesaria".

Las entidades también analizan la situación de crisis económica, sobre todo en la Comunidad Valenciana. Según el manifiesto firmado el pasado 9 de abril en la ciudad de Alicante, la crisis ha demostrado que la economía valenciana "tenía pies de barro" y tachan de "insensatez" que los grandes eventos y la construcción continúen siendo los valores para salir de la crisis, esta vez sí, en clara referencia al Partido Popular. En este caso, solicitan a los partidos que centren su campaña "en definir alternativas" para crear un "nuevo modelo económico, sostenible y solidario".

Desde las asociaciones, plataformas y sindicatos que firman el documento "apelamos al sentido cívico del pueblo valenciano para que, sea cual sea la preferencia de cada persona, acuda masivamente a votar". Además, las entidades se comprometen a "permanecer vigilantes" tras las elecciones del 22-M para desarrollar un movimiento cívico valenciano que "no tenga miedo a intervenir en cuestiones políticas". "El País Valenciano se encuentra en un estado de emergencia democrática", concluyen desde las asociaciones y plataformas cívicas.