El pozo sin fondo en el que se ha convertido el sector público valenciano para las arcas autonómicas obligará al Consell a acometer una profunda reestructuración. El presidente de la Generalitat y candidado a la reelección, Francisco Camps, ofreció ayer detalles de cómo piensa poner orden en un apéndice de la Administración que ha crecido sin límites en los últimos años. Propuso, si gana las elecciones, unificar todas las empresas públicas en dos grandes holding: uno dedicado a la inversión en infraestructuras; y otro destinado a la prestación de servicios. Estos dos grupos empresariales valencianos estarán bajo una única dirección, en concreto, a la ordenes del departamento de Industria. Con el objetivo de mejorar el control y reducir costes, el Consell confiará en la iniciativa privada. Así, se incrementarán los nuevos modelos de gestión, la externalización y la colaboración público-privada siguiendo el modelo del Hospital de Alzira.

La reorganización del sector público es una de las novedades del programa económico del PP que ayer desgranó el presidente en el edificio del Reloj del Puerto de Valencia ante un nutrido y selecto grupo de empresarios, con el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, como estrella invitada. Pero hubo otros anuncios relacionados con la futura Generalitat que Camps tiene en la cabeza diseñar tras el 22-M. Junto a la avanzada fusión de las consellerías de Educación y Empleo, el jefe del Consell quiere recuperar una Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas, un modelo que ya existía en tiempos de Eduardo Zaplana con José Luis Olivas como titular. Como elemento distintivo, creará, dijo, una Junta General de Contratación y Compras, un organismo que tendrá como función controlar el gasto y "evaluar y centralizar" todas las contrataciones y compras, entre ellos, los viajes, la limpieza, la seguridad y las asistencias técnicas.

Camps, que dibujó un panorama idílico en la Comunitat Valenciana desde el punto de vista de su potencial económico y empresarial, se mostró dispuesto a liderar cinco grandes pactos en el ámbito nacional entre el Estado y las comunidades autónomas para fortalecer la lealtad, la cooperación, la coordinación, la solidaridad y la austeridad. Entre otros fines, el presidente propuso fortalecer la marca-país "España" y mejorar la colaboración y coordinación entre administraciones. Así, se comprometió, si ganaba las elecciones, a pedir al resto de sus homólogos y al Gobierno central un gran pacto que garantice la unidad de mercado mediante la homogeneización de las leyes en materia de suelo, agua, energía y comercio.

El jefe del Consell sostuvo que desde la segunda guerra mundial y, a diferencia de España, los grandes países europeos han prosperado porque han estado mayoritariamente gobernados por el centro-derecha y consideró urgente un cambio de rumbo en la política de España. Mantuvo que el paro es el principal problema y se conjuró en crear empleo, aunque sin comprometerse con cifras, con medidas centradas en mejorar la gestión e impulsar la productividad.

"Lo importante es el gestor"

De momento, el anuncio del lunes del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de fusionar Educación y Empleo fue acogida por los empresarios con cierto escepticismo. El presidente saliente de Cierval, Rafael Ferrando, aseguró a este periódico que es una buena idea, pero que lo importante es que la gestión conjunta "sea eficaz" y que la persona elegida para dirigir la nueva conselleria "cumpla con los objetivos". El que será sucesor de Ferrando en julio, el presidente de la CEV, José Vicente González, coincidió en que lo importante es que los gestores "estén en contacto con el mundo real y empresarial".

los asistentes

300 empresarios con Rato como protagonista

En tiempos de crisis, las propuestas de un partido para levantar la economía son el plato fuerte de programa electoral. Y el PP de la Comunidad Valenciana quiso que una amplia representación de empresarios oyeran de boca de su candidato sus compromisos para la próxima legislatura. Cerca de trescientos empresarios, según fuente de la Generalitat, acudieron a la cita con Rodrigo Rato como protagonista. El presidente de Caja Madrid se sentó en primera fila junto con el vicepresidente de Bankia, José Luis Olivas y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. También en la primera línea se sentó el presidente del Puerto, Rafael Aznar, los máximos representantes de las organizaciones empresariales y cámaras de comercio. Así entre otros, siguieron la intervención del presidente Alberto Català, Ramón Ferrando, José Vicente González, Federico Félix, Francisco Pons, José Vicente Morata. Hubo también una nutrida representación del sector de la construcción (FCC Construcción, Sacyr, Onofre Miguel, entre otras) así como de sectores tradicionales como la cerámica y el calzado. El Partido Popular convocó también a los representantes de las asociaciones de autónomos y pequeños empresarios, así como del sector agrícola. De los sindicatos hubo representación del CSIF y USO. Junto a los empresarios, no faltaron los altos cargos y diputados. La Generalitat estuvo casi al completo y no faltó a la cita el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. j. ruiz