El Partido Popular intentó ayer diluir los efectos del auto del TSJ sobre el caso de los trajes de Gürtel -sumario en el que Francisco Camps está imputado por cohecho pasivo impropio- que tumba los últimos recursos del jefe del Consell para tratar de evitar sentarse en el banquillo. Antonio Clemente, número dos de Camps en el PP, se aferró ayer a la tesis de la "cacería política" contra el titular de la Generalitat a pesar de que los magistrados del TSJ han ido rechazando uno tras otro todos los recursos de Camps. En el Consell, sin embargo, ya trabajan con la hipótesis de que el juez José Flors -instructor de la causa en la que el líder regional del PP está imputado- fije de forma inminente, una vez pasada la Semana Santa, la decisión de poner fecha a la vista preliminar previa a la apertura de juicio contra el jefe del Consell. Quieren coordinar una estrategia comunicativa -ya se han producido encuentros en esa dirección- para paliar el efecto que empiezan a reflejar algunos sondeos internos: un cierto desgaste del voto autonómico del PP que tiene su origen en las investigaciones por corrupción frente a un avance, por contra, del respaldo municipal.

De puertas hacia fuera, sin embargo, los populares tratan de aparentar calma y limitan el impacto del caso de los trajes de Gürtel. Durante una comparecencia en Valencia, Antonio Clemente, secretario regional del PP, dijo estar "convencido" de que la "inocencia" de Camps -en una pregunta sobre el avance del procedimiento de los trajes- quedará "demostrada". "Esto es una cacería política", reiteró en una tesis que no es nueva. Así, los populares intentan minimizar el valor de la última decisión del TSJ: rechazar los recursos de Camps al que, incluso, imponen el pago de las costas del proceso. "Tengo por costumbre no hacer valoraciones sobre las decisiones adoptadas por los tribunales. Pero estoy convencido de que la inocencia de nuestro presidente quedará demostrada y estoy convencido de que esto es una cacería política", volvió a insistir Antonio Clemente.

Pese a todo, entre la cúpula de los populares valencianos se da por hecho que habrá una decisión judicial de Flors antes de que arranque la campaña electoral. Mientras, el PP, en ausencia de un convaleciente presidente de la Generalitat, trata de "dormir" la campaña electoral. Ayer mismo, el jefe del Consell reapareció despues de su intervención quirúrgica. No hubo convocatoria. Tres fotos con sus principales colaboradores en el PP y un escueto comunicado en el que no se pone fecha a su vuelta a la actividad. Camps mantuvo una reunión de trabajo con parte de su equipo de campaña para coordinar los ejes que están siguiendo ante la cita con las urnas del 22-M y abordar propuestas de futuro.

Al encuentro asistieron, informaron fuentes del PP, la directora de campaña y consellera, Paula Sánchez de León, que está ejerciendo, de facto, labores como número dos popular tras su intervención directa en los conflictos derivados de la confección de las candidaturas electorales; el secretario general del PPCV, Antonio Clemente; el coordinador territorial de campaña en Alicante y hombre fuerte del campismo en la provincia, José Císcar; y la secretaria general del PP de Castellón, Marisol Linares. Tras la reunión, Sánchez de León aseguró que el líder popular se recupera "perfectamente. Se encuentra en plena forma y dispuesto para los próximos días que quedan de cara a la campaña electoral", aseveró

Asimismo, Sánchez de León apuntó que la convocatoria ha servido para "seguir ahondando" en la hoja de ruta de una campaña "cercana y austera, en la que hablamos de los problemas que tiene la gente". "Nos vamos a centrar en el desempleo. Es el gran problema y la gran lacra social que en estos momentos hay", dijo.