La aerolínea Ryanair ha anunciado hoy que recortará hasta un 80% sus operaciones en el aeropuerto alicantino de El Altet, si AENA la obliga a utilizar las pasarelas telescópicas para el embarque y desembarque desde los aviones, pues esta medida conlleva un gasto extraordinario de 2 millones de euros anuales.

La medida, que se aplicaría a partir del próximo mes de octubre, supondría la pérdida de 31 rutas -un 50 por ciento de las actuales-, una reducción de las frecuencias semanales de 600 a menos de 200 y, por ende, una caída del tráfico anual de pasajeros que utilizan Ryanair en sus vuelos a o desde El Altet de 4 a un 1,5 millones.

"Lamento tomar esta medida", ha manifestado hoy en una rueda de prensa celebrada en Alicante el presidente de la aerolínea irlandesa de bajo coste, Michael O'Leary.

No obstante, ha reiterado que "la situación es reversible" siempre que AENA reconsidere su postura y permita a los pasajeros de Ryanair embarcar y desembarcar a pie en el aeropuerto de El Altet, tal y como desde 2007 viene realizándose con "total normalidad".

A raíz de la puesta en funcionamiento de la nueva terminal del aeropuerto alicantino -inaugurada el pasado 23 de marzo-, AENA ha obligado a las compañías aéreas que operan en estas instalaciones a utilizar las pasarelas telescópicas en las operaciones de embarque y desembarque de pasajeros.

"Ya es hora de que AENA y el monopolio que ejerce en los aeropuertos españoles deje de utilizar su posición dominante para obligar a aerolíneas como Ryanair a utilizar instalaciones innecesarias -las citadas pasarelas- que ni queremos, ni estamos dispuestos a pagar", ha manifestado O'Leary.

A su juicio, la nueva terminal alicantina "no era necesaria y para pagarla AENA espera que aerolíneas eficientes como Ryanair comiencen a utilizar las pasarelas", cuyo uso implica un desembolso para la compañía de dos millones de euros anuales.

La utilización de estas pasarelas telescópicas, según el presidente de Ryanair, "retrasa significativamente el tiempo de las escalas, pues los pasajeros solo pueden utilizar la puerta delantera, y supone un incremento de los retrasos por las operaciones en tierra de las aeronaves".

"Eso conlleva un incremento de costes de dos millones de euros", ha reiterado O'Leary, quien ha indicado que su compañía ya ha remitido una queja formal por "este abuso de posición monopolística" al Gobierno de España y a la Comisión Europea.

"Esperaremos hasta el último momento a que AENA en Alicante reconozca la estupidez de su decisión de obligar a Ryanair a incrementar sus costes", ha añadido.

Si finalmente no hubiese acuerdo, según ha expuesto O'Leary, "la consecuencia directa de la imposición" sería la pérdida para AENA en Alicante de 18 millones de euros anuales en concepto de tasas aeroportuarias y al menos otros 12 millones de euros en pérdida de ingresos comerciales por la reducción de 2,5 millones de pasajeros. así como la desaparición de 2.500 puestos de trabajo.

"Si AENA en Alicante cambia esta decisión sin sentido de hacer pagar a Ryanair dos millones de euros anuales, entonces estos importantes recortes en número de rutas, nivel de tráfico y puestos de trabajo se pueden remediar".

Las cancelaciones de rutas, si finalmente Ryanair las lleva a cabo, afectarían a las conexiones nacionales con Zaragoza, Palma de Mallorca, Valladolid y Santander, y las internacionales con Fez, Pisa, Venecia, Estocolmo Vasteras, Maastricht, Brno, Oslo Torp, Kaunas, Cork, entre otras