L a Asociación de Vecinos «Playa Blanca» de la Albufereta solicitará la instalación de imbornales en el último tramo del barranco de la Albufereta para reducir los arrastres de arena de la playa que se vienen produciendo cada vez que llueve con cierta fuerza.

Tras las tormentas de los últimos días, el agua continuaba ayer inundando la zona de la arena y alcanzaba hasta la parte inferior del puente. El vicepresidente de la agrupación vecinal, Ernesto Jarabo, explicó que esta situación se repite cuando llueve debido a que queda poca arena en la playa, aunque al cabo de varios días suele regenerarse de forma natural por la corriente que llega a este punto.

En todo caso, Jarabo recuerda que antes de que se acometiera la obra del encauzamiento, cuando existía el anterior puente, sí que existían imbornales en el último tramo del barranco, en los laterales de la boca del puente, que desviaban el caudal por debajo de la arena. Por tanto, la entidad va a solicitar ahora al Ayuntamiento o al Consell que vuelva a instalar unos desagües «para que no llegue toda el agua a la playa».

Asimismo, pedirán que se habilite una acera sobre el lado del puente más cercano al mar, ya que en la actualidad no existe.

Mientras tanto, la Conselleria de Infraestructuras ha reanudado las obras de construcción del nuevo emisario de aguas procedentes de la depuradora del Monte Orgegia. Los trabajos se interrumpieron durante la Semana Santa y ahora se ha vuelto a actuar en la playa para acabar de cara al verano.

Asimismo, el Ayuntamiento ha reanudado las obras de construcción del muro de contención de la playa, que linda con la calle del Sol Naciente, pese a que la asociación de vecinos solicitó que se paralizaran los trabajos. Esta petición se debe a que la entidad considera que no se está cumpliendo el objetivo de esta obra, que era ampliar la playa. Por el contrario, aseguran que se está reduciendo.

Ernesto Jarabo apunta que han recibido una llamada del área de Servicios y Mantenimiento para reunirse la próxima semana con un técnico que les explicará por qué se ha modificado el proyecto y cómo se va a ejecutar lo que queda de obra.

Entretanto, María del Carmen Puig, una de las vecinas que se vieron afectadas por el derrumbe de una parte de la calle sol Naciente cuando se iniciaron las obras del muro, ha denunciado las múltiples molestias, como exceso de polvo y ruido nocturno, que vienen sufriendo desde que comenzaron los trabajos, así como el retraso en la reparación de los daños que causaron a la viviendas.

Esta afectada teme que la situación se prolongue hasta el verano, lo que haría insoportable continuar en su casa.

También asegura que desde la empresa que ejecuta las obras le han anunciado que «quieren subir el muro un metro y veinte centímetro más», algo a lo que se oponen los vecinos más inmediatos y la A. V V. Playa Blanca.