José Luis y Rosario regresaron a su piso de Benetússer ayer por la mañana tras pasar el fin de semana en su casa de Siete Aguas. Allí les esperaba cuchillo en mano su único hijo, de 37 años. Sin mediar palabra y mientras su madre todavía descargaba las bolsas en la cocina, José Luis hijo atacó de forma sorpresiva a su padre en el dormitorio de matrimonio. No le dio posibilidad de defenderse, por la espalda y tras clavarle el cuchillo hasta en cuatro ocasiones, el hombre, de 65 años, cayó desplomado.

El presunto asesino, que al cierre de esta edición todavía no había podido ser localizado, presenta síntomas de esquizofrenia pero no estaba bajo tratamiento, según apuntaron fuentes cercanas a la familia. José Luis L. L., soltero y sin amigos conocidos, siempre ha convivido con sus padres en este piso de la calle Palleter de Benetússer. Apenas salía de casa y pasaba las horas viendo la televisión, escuchando música y pintando cuadros, según explicó su tío.

Pese a que hasta ahora nunca había dado muestras de agresividad, fuentes vecinales explicaron que José Luis "le había cogido manía a su padre" porque era el único que le hacía frente. De hecho, fuentes cercanas al caso argumentaron que el parricida padecía un trastorno persecutorio al creer que su padre lo estaba envenenando.