El nombre de este abogado de Altea lleva seis años ligado al conflicto del Sáhara. Por eso ahora está absorbido a toda hora por la información que le llega, directa e indirectamente, desde las fronteras del Sáhara Occidental. Marchó a Ginebra el pasado septiembre como representante de la Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara Occidental (IAJUWS) para presentar ante las Naciones Unidas un informe sobre la violación de los derechos del pueblo saharaui. Pepe Revert es uno de los abogados alicantinos que han viajado hasta Marruecos como observador internacional para la vigilancia en juicios contra activistas saharauis, lo que le permite dar a conocer a la comunidad internacional "la constante violación de los derechos humanos en la zona", ya que a partir de estas visitas, el Consejo General de la Abogacía redacta su informe anual sobre derechos humanos. En diciembre volverá a hacerlo. Destaca que Alicante es una de las provincias más activas en el ámbito de la vigilancia internacional en el Sáhara y recuerda que el propio fiscal Anticorrupción es el secretario de la Asociación Internacional de Juristas. Achaca el recrudecimiento de los acontecimientos a una pérdida del miedo del pueblo saharaui.

¿Se pueden entender los últimos acontecimientos de protesta en El Aaiún sin ver detrás una reclamación política?

Es que de hecho es una reivindicación política. Hay quien ha querido decir que se trataba de una reivindicación aislada del conflicto con el pueblo saharaui, pero el movimiento lo encabeza gente que sabe lo que hace y en el que subyace la reivindicación histórica del pueblo saharaui a la que poco a poco se está uniendo más gente. En las protestas que estamos viendo por televisión se ven banderas del Sáhara, es decir, sí hay una reivindicación política.

Usted pertenece a la Asociación Internacional de Juristas y ha presentado ante la ONU un informe sobre el pueblo saharaui ¿Qué espera de este organismo ahora?

La legalidad internacional desde el dictamen de Tribunal Internacional de Justicia de la Haya de 1975 está del lado de los saharauis: resoluciones, reconocimiento del derecho de autodeterminación y de potencia invadida por Marruecos que de hecho está legitimada para defenderse con las armas porque su territorio está ocupado. Desde el punto de vista jurídico la ONU respeta la legalidad, tiene que asumir la sentencia de La Haya y procurar mantener la legalidad internacional. Lo que pasa es que el Consejo de Seguridad, con Francia como uno de los países integrantes del mismo, no va a permitir ir en contra de Marruecos. Por la fuerza se acatan las resoluciones de la ONU, pero Francia y Estados Unidos las bloquean. Lo que la Asociación de Juristas pedimos es la ampliación de las competencias de la misión de Paz de la ONU en el Sáhara, la Minuso, tal y como reclamó el pueblo saharaui y que negó el gobierno marroquí.

¿Y qué espera de España?

Zapatero está mirando para otro lado. Es vergonzoso lo que han hecho los presidentes de nuestro país, pero en esta última etapa más. Con un gobierno que ha demostrado sensibilidad con las minorías no se puede entender la actitud del Ejecutivo. ¿Cómo puede Zapatero darle la mano a un dictador como Mohamed VI? España está haciendo seguidismo de los intereses de Francia. Le pedimos que sea una parte activa en el cumplimiento de la legalidad internacional y, como potencia administradora, que sea valedora ante Naciones Unidas de los derechos del pueblo saharaui, de su referéndum.

El origen del recrudecimiento de la violencia en El Aaiún ha sido el levantamiento de un campamento de refugiados. ¿Cómo interpreta este nuevo episodio dentro del proceso reivindicativo del pueblo saharaui?

Dentro del Sáhara ocupado vive una población reprimida que ya no tiene nada que perder, por eso también ha perdido el miedo. Con la protesta de Aminatou Haidar hubo un impulso de la reactivación del movimiento saharaui y ahora ha habido una segunda fase. Se ha eliminado un campamento de 20.000 personas de la faz de la tierra quemando jaimas, con ancianos y niños; han tirado desde los helicópteros gases lacrimógenos; se cargaron a un niño de 14 años por manifestarse; hay entre siete y trece muertos; la población se ha trasladado a El Aaiún y está ahora mismo recibiendo palizas; la Policía se está llevando detenidos a los saharauis que no tienen un paradero y por ello corren el riesgo de desaparecer. Ya no hay nada que perder, por eso se están recrudeciendo las cosas.

Tiene previsto viajar a El Aaiún junto con otros abogados alicantinos para un juicio contra siete saharauis acusados de traición al gobierno marroquí en los que usted será, junto con otros letrados de la Asociación internacional a la que pertenece, Observador Internacional. ¿Qué papel juega un observador?

El próximo mes de diciembre vamos en nombre del Consejo General de la Abogacía como observadores internacionales para ver si se está cumpliendo la legalidad internacional en un juicio contra siete personas a las que se les acusa de haberse reunido con cargos del Frente Polisario cuando fueron a los campamentos de Tinduf a ver a sus familias. Desde hace ocho años se está enviando a juristas para comprobar la situación y hacemos un trabajo técnico. A partir de ahí sale un informe sobre derechos humanos y el Consejo de la Abogacía envía un aviso al Ministro de Exteriores informando de la visita. En el informe anual se incluyen estos datos que allí recogemos.

Se da parte de lo que allí ocurre simplemente tras la observación, pero no podéis actuar. ¿Ni aun cuando vierais una agresión delante de vosotros?

Una cosa es lo que te pida el hígado, y otra tu función. No podemos actuar. No podemos darle un motivo a Marruecos para que justifique nuestra expulsión y diga que somos parciales.

Eso dice Marruecos de la prensa y por ello ahora la ha vetado, parece que también lo dice de los abogados y en general de los observadores internacionales.

Marruecos no se puede permitir el lujo de saltarse los derechos internacionales reiteradamente y que se sepa. Es una potencia fuerte, con socios occidentales fuertes que además tienen vergüenza de que se sepa lo que está pasando porque en europa está muy mal visto saltarse los derechos humanos. Por eso es mejor que no se sepa. Prueba de ello son las agresiones que se produjeron el viernes pasado a periodistas españoles y también a los abogados.

¿Agradece el pueblo saharaui la presencia de los observadores internacionales?

Muchísimo, somos su apoyo. En los juicios ni siquiera entran los familiares como puede ocurrir aquí. Critican al gobierno español, me avergüenzan los gritos contra el gobierno español, pero saben que cuentan con el apoyo del pueblo español.