La Fiscalía solicitó ayer que dos guardias civiles acusados de torturar a un detenido por robar una cartera en un hipermercado de Alboraia en enero de 2008 sean condenados a dos años de prisión. El caso se descubrió porque uno de los acusados -el cabo Carlos P. - estaba siendo investigado por asuntos internos por su presunta participación en una red de narcotráfico que fue desarticulada y por la que está en prisión provisional. El coche donde estaba siendo trasladado el detenido llevaba instalado un micrófono oculto para la investigación de narcotráfico.

La víctima, un inmigrante cubano, ratificó ayer que fue humillado y golpeado por los dos agentes imputados cuando iba esposado. "Con la porra me golpeó el que iba sentado a mi lado. Me dijo que era un cubano de mierda y que iba a mear sangre", apuntó. El denunciante dijo: "El conductor -en referencia al guardia Carlos P.- me puso una pistola en la cabeza y me dijo que me iba a matar", añadió.