Ausente por la mañana y presente, aunque en silencio sobre Gürtel, por la noche. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, no acudió ayer al mediodía a inaugurar el curso académico en la Universidad de Alicante (UA), tal y como tenía previsto, pero sí se desplazó a última hora del día a Benidorm para participar en una fiesta de Nuevas Generaciones. El jefe del Consell había confirmado días atrás su presencia en la UA, pero "problemas con los enlaces aéreos", según apuntaron ayer desde Presidencia, le impidieron acudir a la cita. Camps se desplazó el miércoles a Bolonia para asistir al Salón Internacional de la Cerámica, en el que participan importantes empresas valencianas del sector, y ayer por la mañana tenía previsto aterrizar en tierras alicantinas. Sin embargo, el avión no llegó a tiempo, según apuntaron desde la Generalitat, y el jefe del Ejecutivo no pudo participar en la cita universitaria. Curiosamente, ésta se produjo casi al mismo tiempo que se conoció la resolución judicial del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

El conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, que sí participó en el acto, negó de forma tajante que la ausencia del presidente se debiera a la resolución del tribunal madrileño. "Definitivamente, no tiene nada que ver una cosa con la otra", sentenció.

Ya por la tarde, Camps sí que fue a Benidorm. Allí le esperaban cientos de jóvenes de Nuevas Generaciones que estaban celebrando su séptima fiesta del afiliado. En ella se rindió un homenaje a Federico Trillo y el ex ministro no quiso perder la ocasión y defendió a capa y espada a Camps. "Estoy moderadamente satisfecho, porque el recurso nos ha dado la razón. Los hechos delictivos se han cometido, en su caso, en Valencia. Además, la resolución deja en mal lugar a la Fiscalía, que está manipulada por los intereses sectoriales del fiscal general del Estado".

Mientras, Camps esquivó cualquier tema espinoso, pronunció un discurso, pero eludió hablar sobre la resolución judicial.

Reacciones

El auto no sentó bien a los populares valencianos. Sin embargo, muchos de ellos salieron en defensa de Camps. El primero fue el conseller de Solidaridad y Ciudadanía y portavoz del Partido Popular en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco. El dirigente manifestó que los procedimientos judiciales tienen "sus trámites pertinentes, y hasta que no se finalice con una sentencia, cualquier cuestión que se aventure al respecto es precipitada, y además puede ser hasta inoportuna".

Otros, como el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, o el secretario general del PPCV, Antonio Clemente, emplearon otra estrategia: cargar contra el portavoz socialista en las Cortes, Ángel Luna. "Lo que no entiende nadie, ya no entro en tabiques o coches, es que el alcalde de Alicante, cuando deja de ser alcalde, trabaje para las dos grandes constructoras-promotoras de la ciudad. Nadie lo entendió y nadie lo explicó", subrayó el presidente provincial del PP. Antonio Clemente, por su parte, calificado de "bochornosa" la "doble moral" de Ángel Luna por no saber si pagó su reforma "directa o indirectamente".