El centro comercial de Ikea sólo podrá instalarse en terrenos del plan parcial de Rabasa. Así lo aprobó el pleno municipal de ayer con el respaldo del equipo de gobierno del PP y el rechazo de la oposición, en un acuerdo que deberá ser aprobado definitivamente por la Conselleria de Territorio y Medio Ambiente. El PP justificó su posición al insistir en que es la mercantil sueca la que ha decidido construir su centro en Rabasa. El PSOE, por su parte, reiteró que el empecinamiento municipal de ubicar Ikea en Rabasa puede provocar su retraso al estar el plan parcial recurrido ante los tribunales.

El pleno de julio suele aprovecharlo el equipo de gobierno municipal para sacar adelante temas urgentes y evitar así aplazamientos hasta el otoño, ya que hasta entonces no se prevé el próximo pleno. Si se tiene en cuenta que Ikea es uno de los temas prioritarios del Ayuntamiento, su inclusión en este pleno resulta obvia, una vez efectuados los trámites necesarios. Así, ayer se aprobó la modificación puntual del vigente Plan General de Ordenación Urbana que autoriza la implantación de hipermercados y de establecimientos de la máxima categoría comercial únicamente en el plan parcial de Rabasa. Se trata de una aprobación provisional ya que al modificar el PGOU debe ratificarla con su aprobación definitiva la Conselleria de Territorio. El pleno también aprobó, en este caso de forma definitiva, el convenio entre el Ayuntamiento, Ikea y Viviendas Sociales del Mediterráneo, la mercantil de Enrique Ortiz a la que el Ayuntamiento adjudicó la urbanización del plan Rabasa. Este convenio fija las obligaciones de cada una de las partes para la implantación del centro comercial.

Por acuerdo de los dos grupos políticos municipales, ambos asuntos se trataron de forma conjunta. Por el PSOE la concejala Loles Fernández volvió a expresar el apoyo socialista a la llegada de Ikea a Alicante pero calificó de "error condicionar su ubicación en Rabasa" aduciendo que va a suponer retrasos por el contencioso que pesa sobre este plan parcial, uno de cuyos recurrentes es el propio PSOE. Loles Fernández dijo que este proyecto lleva ya un año de retraso y puede retrasarse mucho mas, achacando este retraso al PP "por exigir que se instalé allí". La edil de la oposición criticó a la alcaldesa, al señalar que las alegaciones de su grupo han sido rechazadas "y eso que Sonia Castedo dijo que habría tiempo para el consenso". Tras denunciar que no se les ha informado de nada sobre el futuro centro comercial, hasta desconocer incluso su forma y tamaño, Fernández apuntó que posiblemente Ikea no comience a instalarse hasta que los tribunales resuelvan si el plan Rabasa es legal. Su intervención concluyó con un sí a Ikea pero "no a ese macrocentro comercial" que se proyecta y "no a ubicarlo en Rabasa".

Por el PP la respuesta al PSOE corrió a cargo del delegado de Urbanismo, Alfonso Mendoza, quien rechazó categóricamente las acusaciones de que la ubicación en Rabasa de la multinacional del mueble sea una exigencia del PP municipal y le recomendó a la oposición que pregunte a la mercantil "que contestó que no a los sitios que planteaban ustedes y dijo que no eran adecuados" y "porque es Ikea la que quiere ir a Rabasa por el acuerdo alcanzado con el urbanizador (Enrique Ortiz). Mendoza también subrayó que la Conselleria de Medio Ambiente, en contra de lo reclamado por el PSOE, considera que los informes de impacto ambiental y de tráfico no se requieren ahora, sino más adelante. Tras pedir a la oposición que "no ponga pegas" y que apoye este asunto, Mendoza afirmó que se están dando pasos "para que Ikea se instale cuanto antes". A este respecto, al concluir el pleno el delegado de Urbanismo indicó que en mayo de 2011 podría poner Ikea la primera piedra de su centro comercial, una previsión que fuentes consultadas consideran difícilmente viable. El debate lo cerró la alcaldesa quien señaló que si Ikea solo construye su tienda, cabría la posibilidad de que en la zona se construyera otro centro comercial distinto, al existir espacio para ello.

El pleno también adjudicó la zona terciaria comercial de la avenida de Denia a una agrupación de propietarios, con el voto en contra del PSOE que adujo que el Barrio Obrero queda aislado, cosa que rechazo con rotundidad la alcaldesa. Al pleno no asistió el edil socialista Vicente Urios al estar convaleciente de un accidente.