La juez titular del juzgado de lo Penal número 8 de Alicante ha absuelto a una mujer acusada de malos tratos en el ámbito familiar por haberle dado dos zapatillazos a su hijo. Como ya publicó este diario tras la celebración del juicio, el fiscal solicitó una orden de alejamiento de 300 metros para la acusada y la acusación particular 9 meses de prisión. La mujer había pegado al menor, que tenía 11 años, con una zapatilla en el trasero y en el muslo, lo que provocó en el chico un hematoma y un rasguño. Tras los hechos, su ex pareja la denunció por presunta autora de un delito de malos tratos en el ámbito familiar y por ello se sentó en el banquillo en pasado mes de junio.

Según se recoge en la sentencia, la juez considera que el zapatillazo no fue premeditado ni pretendía causar lesión alguna en el menor. Indica que la mujer estaba "conmocionada por la provocación de su hijo", que previamente, según se desprende de los hechos probados, le había insultado y dado un bofetón.

La magistrada se basa fundamentalmente en el derecho a la corrección de la madre, un artículo que ha sido eliminado del Código Civil y que hace más difícil los castigos físicos de los padres a sus hijos. Según cita la sentencia, en este caso la madre "no se lo pensó y le dio dos zapatillazos en el culo, sin ninguna intención de lesionarle sino únicamente para corregir la actitud menospreciante e irrespetuosa del niño hacia ella". Considera que en la actitud de la mujer no existe un riesgo para la integridad física del menor por el que se pueda calificar estos hechos de un delito de malos tratos.

La juez también ha atendido al informe de la psicóloga forense, en el que se explica que, con la denuncia, el niño "persigue por encima de todo desvincularse de su madre, para quedar sólo sometido a la custodia de su padre", que está separado de ella y por el que el menor está "muy influenciado".

Los hechos declarados probados en la sentencia se remontan a mayo de 2007, cuando el menor, que entonces tenía 11 años, se encontraba con su madre en la tienda de ropa que ésta regentaba en Elda.

En los hechos probados se expone que el niño recriminó a su madre que se avergonzaba de ella por la manera en que vestía, por trabajar en una tienda de ropa y porque sus amigos se reían de ella. Al llegar a la casa de la madre, el menor le pidió que le buscara un pantalón que quería vestir el día siguiente y que acabó por buscar él en un armario.

No obstante, la madre le señaló que el pantalón no se encontraba en ese lugar y, "sin mediar palabra", el niño "le pegó un bofetón" e "hizo ademán de seguir agrediendo a la madre con el puño", por lo que ésta "le pegó dos zapatillazos con la única finalidad de corregir su actitud".

Además de la prohibición de acercarse a su hijo a una distancia inferior de 300 metros durante un mes y quince días, el ministerio fiscal también pidió para la acusada la pena de 20 días de trabajos de beneficio en la comunidad.

Contra el fallo hecho público ayer, las partes pueden interponer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.

Este tipo de episodios judiciales son insólitos, ya que suelen tramitarse como falta y no como delito.