La investigación por la presunta compra de partidos por parte del Hércules en el tramo final de la campaña pasada dio mucho que hablar ayer en el Club de Golf Campoamor, donde la primera plantilla realiza la pretemporada. La noticia corrió como un reguero de pólvora en el vestuario y la indignación de los futbolistas, antes de conocerse el archivo de la causa, era manifiesta.

Así, Abraham Paz y Juan Jesús Calatayud, dos de los capitanes del pasado curso, resaltaron la honorabilidad del ascenso celebrado el pasado 19 de junio.

"Nos costó mucho subir y sufrimos física y psicológicamente en esas últimas jornadas", destacó el meta Calatayud, quien agregó que "es una falta de respeto para todos los que peleamos por devolver al Hércules a Primera, pero los jugadores debemos estar al margen de un tema así y sólo centrarnos en preparar de la mejor manera la temporada que viene".

El portero malagueño restó importancia al hecho de que el juzgado de instrucción número 7 de Alicante hubiera iniciado la investigación. "Estas pataletas siempre se producen cuando acaban las temporadas, habría que ver quién ha instigado esto", señaló Calatayud. Por su parte, Abraham Paz no se mostró sorprendido por las acusaciones contra el Hércules. "Estamos tranquilos porque todos los veranos surgen los mismos rumores y después no se puede demostrar nada, estoy seguro de que esta vez volverá a pasar lo mismo", aseguró el central gaditano, quien, al igual que Calatayud, resaltó el esfuerzo empleado por sus compañeros para conquistar el salto de categoría.

El delantero Javier Portillo vaticinó, y acertó, que la investigación quedaría en nada. "Nos costó muchísimo ganar sobre el campo, nosotros cumplimos con nuestra obligación y estamos tranquilos porque sabemos que todo transcurrió por los cauces de la legalidad", sentenció el goleador formado en el Real Madrid.