La playa de la Albufereta se cerró ayer por la tarde después de que Cruz Roja detectara una mancha de gasoil a unos 80 metros de la costa, que obligó a sacar a los bañistas del agua. Los socorristas detectaron un vertido de gasoil de aproximadamente 100 metros de longitud -según fuentes de la concejalía de Playas y de Cruz Roja- alrededor de las 17.45 horas y acto seguido izaron la bandera roja. Desde ese momento, un goteo de bañistas comenzó a acercarse al botiquín aquejado de picores en la garganta. En total, fueron 12 las personas que precisaron atención médica, entre ellas, una voluntaria de Protección Civil que tuvo que ser trasladada a la Clínica Vistahermosa.

La concejal de Playas del Ayuntamiento de Alicante, Mari Carmen Román, explicó que la culpable de la mancha fue una embarcación que limpió sus motores en el agua. "Al parecer, todo se ha debido a un barco que ha realizado una limpieza prohibida", confirmó. Nada más tener constancia de la noticia, un buque de la Capitanía Marítima procedió a inspeccionar las proximidades de la Albufereta para tratar de encontrar al infractor, aunque al cierre de esta edición todavía no se había dado con él, según apuntó la propia edil. Al mismo tiempo que Capitanía Marítima intentaba localizar el barco, Cruz Roja informaba por la megafonía de la playa de la prohibición de acceder al agua.

A medida que fueron transcurriendo los minutos, la mancha fue acercándose hasta la orilla y el olor a combustible fue incrementándose, según manifestaron algunos bañistas. El Ayuntamiento procedió entonces a cerrar definitivamente la playa y los ciudadanos ni tan siquiera pudieron pisar la arena, según detalló Román. Entonces llegarón agentes de la Guardia Civil y estuvieron haciendo pruebas en la orilla del mar. Sin embargo, cuando Cruz Roja abandonó la Albufereta, a las 20 horas, hubo algunos vecinos que entraron al agua debido a que no sabían qué había ocurrido. Un agente de la Policía Local se encargó de informarles de los hechos y les indicó que debían marcharse.

Por la noche, los operarios municipales llevaron balizas hasta la playa para señalizar que el baño estaba prohibido en la zona. También acudieron operarios de la empresa de limpieza municipal y agentes del Seprona para llevar a cabo las labores de limpieza, para lo que se esperó a que la macha llegara hasta la orilla. A lo largo de la noche y la madrugada estaba previsto que el gasoil se acercara, lo que hace más fácil su retirada. "En principio, esta noche o esta madrugada (por ayer) vamos a limpiar la arena y mañana (por hoy), la playa estará en perfectas condiciones", explicó la concejal de Playas.