Un temporero marroquí de 31 años, Fahrid , y un vecino de Algemesí de 59, Ángel Rueda, fueron encontrados muertos a cuchilladas a primera hora de la tarde de ayer en una casa abandonada propiedad de Renfe, en ese municipio de la Ribera. Fahrid murió degollado, posiblemente en un único gesto realizado desde atrás, mientras que Ángel tenía al menos un corte profundo en el estómago y un fuerte golpe en la cabeza.

El tipo de lesiones que presenta cada uno de los cuerpos, que fueron encontrados en estancias distintas, ha llevado al grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia a trabajar con la hipótesis de que el primero en fallecer debió ser Ángel, posiblemente durante una pelea con otro hombre que también solía pernoctar en la casa.

De hecho, los vecinos han explicado que esa vivienda era utilizada por personas sin hogar para pasar alguna noche aislada o para reunirse a beber. Shamir la ocupaba de forma continua desde hacía meses, después de quedarse sin trabajo. De hecho, el joven marroquí, muy conocido y apreciado en Algemesí, se vio en la obligación de renunciar al piso en el que vivía de alquiler al no poder pagarlo. Según la hipótesis que manejan los investigadores, es más que probable que Shamir se convirtiese en una víctima accidental, al despertarse o llegar a casa cuando se acababa de producir el homicidio de Ángel.