Uno de cada tres colegios, entre los 363 públicos que hay en la provincia, ve peligrar el servicio de comedor para el curso que viene. La nueva normativa publicada por la Conselleria de Educación, que cambia el modelo de gestión para, básicamente, adecuarlo a la Ley de contratación de las administraciones públicas, establece un precio único por el servicio de comedor y delega en las empresas una gestión que, actualmente, correspondía a los propios centros a través de los consejos escolares.

Los directores de los colegios están muy preocupados y, ayer, se reunieron buena parte de ellos en el colegio Gloria Fuertes de Alicante para poner en común sus inquietudes al respecto y adoptar medidas.

De entrada, han decidido sublevarse y no atenerse a la nueva normativa más que en parte. Sí asumen presentar ante la dirección territorial un listado de tres empresas cada colegio, entre el medio centenar que la conselleria da previamente a elegir tras constatar que se trata de empresas solventes y que cumplen la calidad requerida para dar un servicio de comedor, pero lo que no piensan acatar es el precio único innegociable que lleva a la empresa concesionaria a gestionar los posibles beneficios del comedor sin contar con las preferencias del colegio como hasta ahora.

El acuerdo entre los directores explicita que seguirán aplicando la anterior normativa en cuanto a "negociar con cada empresa el precio, gestión y funcionamiento, como hasta ahora, de acuerdo con el consejo escolar". Toda una rebelión frente a lo que contempla la nueva normativa de la dirección general de centros.

El portavoz del colectivo, Ginés Pérez, se lamentaba ayer de que no haya habido entendimiento posible hasta el momento y de que los centros con menos de cien escolares para comer, -que son aproximadamente un tercio de los existentes- "no puedan soportar el precio único porque acumularán pérdidas. Si no las asume la conselleria tendrán que cerrar el comedor, o puede que ni siquiera consigan empresas interesadas en gestionarlo porque no será rentable".

El precio del menú se fija en 5,70 euros. Los padres pagan 4,25 y 1,45 la Administración. Cada empresa se lleva 5,40 euros y al centro le quedan 30 céntimos por comensal y día, pero con el remanente hay que pagar al director y un administrativo. También se amplía el número de monitores: uno cada 15 niños. "Los 5,40 euros no llegan para todo", afirman.