La regulación aérea impuesta ayer en toda la franja mediterránea por la oleada de bajas laborales en el centro de control de Barcelona (el 34% de la plantilla de controladores estaba de baja médica) provocó una nueva jornada de tensión y nervios en la terminal de El Altet, donde cerca del 30% de los vuelos sufrió retrasos medios de 50 minutos y máximos de hasta 2 horas, según la información facilitada por Aena.

En el aeropuerto provincial había programados 242 vuelos, no hubo cancelaciones pero sí desesperación entre los pasajeros que aguardaban la salida de su vuelo como de los familiares y amigos que habían acudido a la sala de llegada a recoger a algún viajero. En la torre de control alicantina se trabajó con normalidad. Ayer, había tres controladores en su puesto (ninguno faltó) y un cuarto localizado por si se hubiera producido una baja médica inesperada.

A diferencia del mes de mayo, en el que Aena llegó incluso cerrar durante unas horas el aeropuerto (la clausura se realizó en una franja horaria en la que no había operaciones) porque no podía disponer de ningún controlador al estar de baja el 25% de la plantilla, ayer la "culpa" no fue de los profesionales de la torre alicantina que se ocupan de la aproximación de la aeronaves. El problema fue, sin embargo, más grave al producirse el absentismo laboral, justificado según el sindicato de controladores, en el centro de control de Barcelona, básico en todo el tráfico aéreo que se mueve por el Mediterráneo español que prácticamente pasa por sus manos desde que un avión sale de su aeropuerto y llega a pocos kilómetros de El Altet. El resultado, el 40% de los vuelos con origen o destino Alicante sufrieron retrasos.

Investigación

Como sucedió la pasada primavera, el Ministerio de Fomento anunció la apertura de una nueva investigación para comprobar si el elevado número de bajas es fruto de una estrategia premeditada, ya que la mayoría no supera los cinco días impidiendo así que la Seguridad Social pueda someter a los trabajadores a un chequeo médico. Existen casos, incluso, de controladores que han pedido el alta voluntaria 24 horas después de presentar la baja. Además, el 90% de las solicitudes de baja médica se deben a situaciones de estrés, ansiedad y no a enfermedades con cuadros clínicos más sencillos de determinar.

Por su parte, la Mesa de Turismo -lobby empresarial al que pertenecen la mayor parte de las empresas turísticas españolas- acusó a los controladores de "estar tomando como rehenes a los pasajeros, lo que supone un auténtico sabotaje contra la economía nacional. Los empresarios exigen al Gobierno que contrate, si es preciso, a controladores de otros países europeos , o incluso, militares.