El ministro de Fomento, José Blanco, criticó ayer el "grave daño" al país, a las compañías y a los viajeros que están haciendo los controladores aéreos con unas bajas que parecen organizadas y que, tras la investigación pertinente, pueden acabar siendo denunciadas en los tribunales.

Antes de clausurar el curso de verano "Nueva economía sostenible: Los cambios necesarios" en Galapagar (Madrid), recordó que Aena ha pedido que se investiguen en la inspección de la Seguridad Social estas "bajas masivas" y, si se encuentran fundamentos para ello, serán denunciadas ante la Fiscalía. Blanco lamentó que desde hace días los controladores aéreos están haciendo "bajas masivas" y argumentan estar enfermos "de un día para otro", por lo que parece -indicó- que están hechas de forma organizada en los centros de control de tráfico.

Ante esta situación, pidió un ejercicio de "responsabilidad" por parte de ese colectivo, que podría estar orquestando estas actuaciones en un momento de gran afluencia de pasajeros como es el verano. Además, recordó que en el centro de control cercano al aeropuerto barcelonés de El Prat la mitad de sus controladores no estaban ayer en sus trabajos y aseguró que se tomarán las medidas pertinentes contemplada en la nueva Ley que regula esta actividad.

La empresa de gestión aeroportuaria Aena ya avisó el viernes de que el tráfico aéreo en todo el Mediterráneo durante el fin de semana se complicaría debido al "absentismo" de los controladores del El Prat. Finalmente, las bajas se produjeron también en el aeropuerto de El Altet, que el sábado operó con sólo dos de los cuatro controladores que tenían que trabajar (uno destinado a las instalaciones y otro en imaginería), al igual que la tarde del domingo. El aeródromo alicantino encadena así cuatro días consecutivos de retrasos debido a las bajas laborales de los controladores, que Aena atribuye a una huelga encubierta.

La puntualidad, bajo mínimos

La puntualidad de las aerolíneas que operan en España ha bajado a mínimos históricos por los retrasos que desde hace semanas provocan los controladores aéreos, según denunciaron distintas patronales de compañías aéreas en un comunicado conjunto.

Como consecuencia de dichos retrasos, la puntualidad ha caído casi un 60% y sólo un 40% de los vuelos logra ser puntual, por lo que piden disculpas a los clientes pero insisten en que las causas escapan a su capacidad de gestión, al deberse al absentismo de los controladores. Las asociaciones del sector del transporte aéreo han vuelto a denunciar, una vez más, el comportamiento de este colectivo que, a su juicio, "atenta contra los derechos de los pasajeros en primera instancia, en unas fechas clave vacacionales, y perjudica gravemente a las compañías aéreas y al sector turístico".