Los regantes alicantinos y, en general, de la Comunidad Valenciana son en estos momentos los agricultores que menos agua necesitan en España para sacar adelante sus explotaciones agrícolas, según revela el último informe hecho público la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística. Los cultivos valencianos utilizan al año un total de 1.509 hm3 de agua para su producción (en Alicante, alrededor de 400 hm3), el 10% del total de agua de riego en España gracias a su nivel de modernización. En Aragón, por ejemplo, necesitan 2.178 hm3; en Andalucía, 3.556 hm3, y en Castilla-La Mancha, 1.561 hm3. O sea, los más modestos. Datos que adquieren más valor si se tiene en cuenta que un tercio de las exportaciones agrícolas de España parten de la Comunidad Valenciana con un valor estimado de 2.400 millones de euros, un 33% del total de España (la facturación nacional por exportación hortofrutícola alcanza los 7.000 millones).

Modernización

La provincia de Alicante ha modernizado en los últimos 25 años (1985-2010) un total de 92.000 hectáreas de cultivos instalando sistemas de riego por goteo. Una cantidad que representa el 78% de la superficie total de riego (125.000 hectáreas), el porcentaje más alto de España, según los datos de la Conselleria de Agricultura y el Ministerio de Agricultura, que han invertido, conjuntamente con los regantes, cerca de 350 millones de euros. La Comunidad Valenciana es líder en reutilización de agua depurada (46%) en España, 30 puntos más que la siguiente (Andalucía).

El impulso a la modernización de los sistemas de riego en Alicante llegó a partir del año 2000 y se incrementó de forma notable entre 2004 y 2009, cuando la inversión directa o indirecta de la empresa estatal Seiasa y la Conselleria de Agricultura supuso una inyección de 221 millones de euros. El resultado no se hizo esperar y cerca de 45.000 agricultores de la provincia logran hoy una eficiencia del cien por cien del agua que utilizan. Es más, según los datos de Seiasa, el caudal ahorrado gracias a la modernización de los cultivos alcanza los 83 hectómetros cúbicos al año. Además, 92.000 hectáreas se riegan por goteo y existe un caudal permanente de 80 hm3 almacenado en balsas. Infraestructuras indispensables para llevar agua a presión a los cultivos.

En estos momentos la mejora de la capacidad y calidad de la depuración permite disponer de un caudal anual de 55 hm3 para reutilizarlos en el riego. Adicionalmente, se construyeron 3.000 kilómetros de tuberías.

La provincia de Alicante fue pionera en la reutilización de sus aguas residuales cuando a finales de los años setenta dos técnicos del Ayuntamiento de Benidorm, el recordado José Ramón García Antón y Francisco Santiago, convencieron a los regantes del Canal Bajo del Algar para que cedieran parte de las aguas del sistema Algar-Guadalest para el consumo urbano de Benidorm, La Vila y l'Alfàs del Pi. A cambio, los agricultores reciben caudales depurados de Benidorm, municipio que se distingue también, al igual que los agricultores, por ser una de las localidades españolas que mejor aprovecha un recurso escaso que en la provincia de Alicante se paga a precio de oro, debido a que llega de muy lejos (Tajo) o de plantas desalinizadoras.