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La Sindicatura de Greuges ha instado a la Conselleria de Medio Ambiente a que, a la hora de autorizar la ampliación de la planta de tratamiento de residuos sólidos de Alicante, tenga en cuenta la voluntad "unánime" del pleno del Ayuntamiento para que la planta no reciba residuos de otros planes zonales.

El Síndic, José Cholbi, atiende así una queja presentada por la Coordinadora de Asociaciones y Colectivos de las Partidas Rurales de Alicante (CACPRA) para que medie en el proceso de autorización ambiental integrada para la ampliación del centro de tratamiento de residuos.

Los vecinos han denunciado ante la institución que están sufriendo "insoportables molestias" por los "fuertes olores" que emanan del vertedero y "los constantes ruidos" generados por el intenso tráfico de camiones de basura durante toda la jornada.

Según ha indicado el consistorio al Síndic, el pliego de condiciones sobre el tratamiento de residuos urbanos no prohíbe que en las instalaciones de Alicante entren basuras de otros planes zonales, aunque no ha precisado qué municipios depositan sus residuos en la planta de Fontcalent.

Respecto a las quejas por los fuertes olores, el Ayuntamiento asegura que se han realizado siete inspecciones de olfametría, llevadas a cabo por una inspectora municipal "con un olfato capaz de diferenciar los diferentes olores" que emanan del vertedero.

En su informe, la técnica municipal sostiene que las dos ganaderías cercanas a la planta "emiten muchos más olores que las instalaciones municipales de tratamiento y eliminación de residuos urbanos".

Por su parte, la Conselleria ha asegurado al Síndic que la autorización ambiental integrada prevé medidas para evitar la propagación de olores, como el compostaje de la parte orgánica de las basuras en una nave cerrada, dotada de un sistema de depuración de aire.

En cuanto a las molestias acústicas, el Ayuntamiento reconoce que cada día circula hacia el vertedero una media 67 camiones, y unos 61 cada noche.

Al respecto, Medio Ambiente se ha comprometido ante la Sindicatura a incorporar a su autorización la exigencia a la empresa de que disminuya las molestias ocasionadas por el tráfico de 128 vehículos pesados diarios.

Con todo, la asociación ha reclamado a Cholbi que la autorización ambiental integrada de la ampliación del centro "sea denegada" y "pueda ordenarse el efectivo cumplimiento de la concedida en 2007".

En este sentido, Cholbi ha pedido a la Conselleria de Medio Ambiente que, en el proceso de autorización ambiental integrada para la ampliación de la planta de basuras, "tenga en cuenta" que el pleno del Ayuntamiento acordó por unanimidad que el centro no recibiera residuos de otros planes zonales.

En concreto, el pleno municipal acordó por unanimidad de todos los grupos el pasado junio que la planta de tratamiento de residuos de Fontcalent dejaría de recibir vertidos de las provincias de Valencia y Castellón a partir de enero de 2011.

Además, el Síndic cree necesario que se apliquen "en todo momento" medidas correctoras para eliminar los olores generados por la planta de residuos y la contaminación acústica provocada por el paso de camiones de gran tonelaje que "injustamente están soportando los vecinos afectados".

Cholbi considera que la aplicación de estas medidas será más urgente si finalmente se decide ampliar la planta, pues "a nadie se le escapa que ello traerá consigo un aumento de los ruidos generados por el intenso tráfico de camiones de gran tonelaje que traerán más residuos".

El Síndic de Greuges ya se dirigió a la Conselleria de Medio Ambiente el pasado mes de marzo para conocer el proyecto de ampliación del centro de tratamiento de residuos sólidos de Fontcalent y los motivos que justificaban esa ampliación.