¿De dónde nace la vocación de trabajar en un centro de salud en lugar de un hospital?

De la proximidad al paciente. De querer tratar a las personas de una forma integral, abordando lo que es el individuo en su conjunto y no un aparato o un órgano. Además, un médico de familia se ocupa tanto de los problemas físicos como de otros relacionados con éstos: problemas sociales, psicológicos, del entorno... Por eso la nuestra se llama medicina familiar y comunitaria. Porque la familia es un entorno de salud y enfermedad, al igual que la comunidad. Muchas veces conocer el entorno de la persona facilita poder intervenir sobre las causas de su enfermedad.

¿Se consideran la Cenicienta del sistema sanitario?

En parte es así porque la atención primaria ha nacido después de la atención hospitalaria. La atención hospitalaria surge en España en los años 50 cuando se desarrollan los grandes hospitales y ha alcanzado un nivel altísimo. La primaria ha ido detrás, también en presupuesto. Aunque ha crecido mucho y ha mejorado en estos últimos 20 años, se han creado tantas expectativas que muchas veces no se acompañan de presupuestos para cumplirlas y entonces se genera frustración. El médico de familia es un profesional muy bien formado a través de una vía de especialización igual que el resto de facultativos. Además cada día asumimos más responsabilidades en el manejo de las patologías. Por ejemplo, nos encargamos de insulinizar al paciente diabético, manejar insuficiencias cardiacas... cada vez asumimos más patologías, y también más riesgos, pero con seguridad para el paciente porque disponemos de tecnología, de conocimientos... Pero todo esto se tiene que acompañar de recursos. Si tratas cada vez más patologías tienes que atender a menos personas, es algo lógico. El futuro del médico de familia va en la línea de ver menos pacientes pero atenderlos mejor.

¿Cree que trabajar en un centro de salud debería ser una experiencia por la que tendrían que pasar todos los médicos?

Debería ser obligatoria para todos los facultativos y por fin hemos conseguido que la universidad, a partir de los nuevos estudios de grado, incluya la asignatura de Medicina de Familia obligatoria para todos los estudiantes. Esto significa que los universitarios van a tener contacto con el primer nivel asistencial y con un nivel en el que se ve el inicio del proceso de la enfermedad. En el centro de salud ves desde el diagnóstico hasta la curación. En la historia clínica de atención primaria está reflejada la vida de un paciente. El médico de familia es quien sigue a la persona, aunque tenga ingresos hospitalarios o contacto con otros especialistas. Por eso es tan importante para los estudiantes que tengan esa visión global de la persona.

¿Cómo es el día a día de un médico de familia?

El día a día de un médico de familia es una consulta que todo el mundo conoce porque es la que más frecuenta la población. Solemos ver a unos 35-40 pacientes al día. A eso hay que añadirle las urgencias y los avisos domiciliarios para pacientes encamados o terminales. Por lo tanto la labor del médico de familia es muy diversa porque normalmente ve muchas patologías, tanto banales, por las que no haría falta acudir al médico, como la primera fase de dolencias importantes, haciendo el diagnóstico precoz y la prevención. Muchas veces también es quien hace el seguimiento final a través de los cuidados paliativos.

¿Cuál es su receta para descongestionar los centros de salud?

El sistema español de atención primaria se diferencia del europeo en dos cuestiones. La primera es la gran cantidad de patologías banales que se atienden en los centros de salud y que en otros países no se atienden porque la población tiende más hacia el autocuidado. La enfermería también cumple un papel importante en esos problemas de menor trascendencia clínica. Hay países en los que la enfermería supone la primera consulta del paciente y allí se le dice si es necesario ver al médico. Esta es una idea con la que estamos empezando a trabajar en los centros de salud y que ya se hizo con la Gripe A, donde enfermería funcionó como cribado de las patologías para determinar realmente si debía derivarse al médico. La otra diferencia con el resto de Europa es la burocracia. Aquí hay mucho papeleo y es el médico quien debe gestionarlo en la consulta, cuando realmente se podría hacer desde otros puntos.

¿Cuál es el tiempo mínimo aconsejable para ver a cada paciente?

Diez minutos por paciente de media es un buen criterio, pero no quiere decir que sea un tiempo estricto. Hay pacientes a los que puedes dedicar 2 minutos y a otros media hora. Hoy en día hablamos de 1.500 pacientes por médico de familia porque con las actividades que he comentado antes considerarnos que es un número adecuado para dar una buena asistencia. En muchos centros de salud están en los 1.800 pacientes, cifra que está en el límite para prestar una buena atención.

¿Más centros de salud o mejor gestión de los que ya hay?

Las necesidades de centros de salud tienen que ser racionales y no políticas. Hay que basarlas en un criterio objetivo. Con los recursos que tenemos actualmente se puede mejorar mucho la gestión. Salvo alguna excepción está todo el territorio cubierto. La estructura está consolidada, ahora hay que mejorar la gestión.

Prohibición total de fumar en bares y restaurantes, ¿a favor o en contra?

Totalmente a favor. El tabaco es la primera causa de mortalidad en nuestro país. El cáncer de pulmón desaparecería totalmente si dejáramos de fumar. Por lo tanto estamos destinando unos recursos a una enfermedad que es prevenible en la gran mayoría de los casos. Por lo tanto, la mejor medida que podría adoptar un sistema sanitario es abandonar el tabaco. Tendría más beneficios que cualquier inversión que se hiciera: crear hospitales centros de salud.... la cantidad de enfermedades relacionadas con el tabaco es enorme y hay sobradas evidencias del daño que hacen en todo el cuerpo. Esa es la parte de salud y luego está la parte del fumador pasivo, que es más un tema de educación. Cuando una persona fuma obliga a fumar al de al lado y hay que entender que eso molesta porque se le obliga a consumir un producto que no quiere. Socialmente siempre se ha aceptado pero esto está cambiando, porque no hay que olvidar que la mayoría de la población es no fumadora. Los fumadores sólo son un 30%.

¿Es la obesidad la mayor epidemia a la que se enfrenta al sistema sanitario?

La obesidad es causa de muchas enfermedades porque facilita la hipertensión, la diabetes, problemas respiratorios... El problema que tenemos en la sociedad es que hemos abandonado el ejercicio y la dieta mediterránea. Esto nos tiene que hacer reflexionar porque estamos perdiendo unas costumbres que son buenas, que son nuestras y que da la casualidad de que son otros, como los países del norte de Europa, quienes están viniendo a decirnos que esto es lo saludable. Por lo tanto hay que incidir mucho en esta dieta mediterránea, en su recuperación. Y el ejercicio es fundamental por sus beneficios físicos y psicológicos. Simplemente se trata de caminar media hora al día cinco días a la semana. Si nos acostumbráramos a ser constantes con esto habría mucha menos obesidad. En estos momentos, de cada cuatro personas mayores de 40 años tres tienen sobrepeso u obesidad en la Comunidad Valenciana.

¿Estabais los médicos de familia a favor de la vacuna de cuello de útero?

Nuestra sociedad pidió más debate antes de tomar una decisión y seguimos pensando lo mismo. Hay tema para debatir. Pero sí que quiero hacer hincapié en que la vacuna no supone el abandono del resto de medidas. Porque una niña se haya vacunado no quiere decir que abandone precauciones como el uso del preservativo o el conocer los criterios básicos de educación sexual...

¿Qué le diría a quienes culpan a ancianos e inmigrantes de colapsar el sistema sanitario?

Que no están en lo cierto. Además, tenemos datos que demuestran que los inmigrantes no consultan más que el resto de la población española. Lo que sí ocurre es que los ancianos tienen más necesidades, por lo que habrá que adaptar los recursos sociales y sanitarios a éstas. La población cada vez vive más años y lógicamente aparecen patologías crónicas. Esté es un tema que hay que abordar porque el sistema de salud está muy focalizado a la enfermedad aguda que es un proceso que surge, se trata y termina y la enfermedad crónica no es así. Una persona puede ser diabética 40 años y va a utilizar el sistema sanitario todo este tiempo. Así que éste se tiene que adecuar a esta enfermedad crónica, que requiere hacer al paciente más autónomo, de no hacerle dependiente del sistema, de generar recursos complementarios al sistema de salud como asociaciones de pacientes, de vecinos, potenciar el papel de la atención primaria, de la enfermería. Hay un concepto, que es el de paciente experto, que cada vez va a tener más protagonismo. Se trata de aquel paciente bien informado de su patología. Que un paciente esté bien informado hace que viva más años y con una mejor calidad de vida.