El juicio contra Manuel G. M., miembro del clan de los Capito, acusado de tirotear a dos hombres en Juan XXIII quedó ayer visto para sentencia. El fiscal mantuvo que se le condene a penas que suman 28 años y cinco meses de prisión por los delitos de asesinato, tentativa de asesinato, tenencia ilícita de armas y un delito contra la administración de Justicia. El hombre disparó contra sus víctimas el mayo de 2009 tras discutir por una deuda de 900 euros.

La defensa, que alega legítima defensa, presentó ayer al juicio a una testigo que aseguró que vio como los otros dos le estaban dando una paliza. Otro tío del acusado reveló que las víctimas habían contratado a unos sicarios colombianos para matarle.