El PSPV, con su secretario general, Jorge Alarte, a la cabeza, esperó ayer a que finalizara la breve comparecencia de Ripoll para, a las puertas del palacio provincial, exigir su dimisión. Estaba en el guión. Una vez que se conoció que el presidente de la institución estaba imputado por cinco delitos, los socialistas, que habían estado toda la tarde reunidos en sus dependencias de la Diputación analizando las noticias que se iban sucediendo, exigieron su renuncia e intentaron lanzar un mensaje de unidad, "tranquilidad y fortaleza" al tiempo que se ofrecieron como alternativa. "Esperábamos que, una vez imputado, dimitiera por coherencia", dijo Alarte, para añadir que "los ciudadanos tienen en nosotros una alternativa. El PSPV abanderará la regeneración y pasará página a esta vergüenza colectiva en la que nos ha sumido el PP en la Comunidad".

Alarte comenzó su intervención ante los medios de comunicación manifestando que "el PP ha escrito la página más negra de la democracia valenciana" para acto seguido señalar que "exigimos la dimisión de Ripoll". El líder socialista indicó que "hemos sido prudentes. La dirección provincial, el PSOE en la Diputación y el conjunto del partido ha sido prudente. Hemos escuchado de todo, nos han acusado estos días hasta de secuestro... pero hoy hay ya un auto de imputación formal y Ripoll se tiene que marchar".

A juicio de Alarte, "la actividad de los ciudadanos y la institución más importante de la provincia no pueden estar en manos de las asfixias judiciales de su presidente". Se trata, dijo, de una situación "muy grave, y mañana pediremos explicaciones políticas". En este sentido, el secretario general del PSPV exigió "a Rajoy que se explique. Él es el responsable político de todo lo que está ocurriendo en la Comunidad Valenciana". En este sentido, aludió a la situación judicial y a las imputaciones del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, del presidente de la Generalitat, Francisco Camps y el caso Gürtel, "hoy lo de Ripoll", "y un rosario de casos que salpican a toda la Comunidad".

Alarte, que calificó el de ayer como un día "triste para los alicantinos", intentó lanzar "un mensaje de tranquilidad y fortaleza a la sociedad. El PSOE -añadió- va a pedir explicaciones y a ejercer las responsabilidades políticas", al tiempo que acusó al PP de "dedicarse a amparar y a consentir esto en vez de luchar contra la corrupción". "Ante la corrupción, tolerancia cero. Nos jugamos mucho", sentenció.

Alarte, aprovechó la presencia de los medios de comunicación para lamentar las críticas de que ha sido objeto su partido por la operación policial en la que fue detenido Ripoll. "Es una vergüenza que ataquen a las fuerzas de seguridad, una vergüenza el espectáculo que ha dado y ha consentido Rajoy en este caso".

La comparecencia de los socialistas se celebró sobre las diez de la noche y en plena calle debido a que "los servicios de Presidencia de la Diputación Provincial nos han expulsado de la sede del grupo" tal como manifestó Jorge Alarte. "Nos dijeron que a partir de las nueve de la noche no podíamos seguir allí e incluso ha venido una persona de seguridad para que nos fuéramos", señaló el portavoz del grupo en la Diputación, Antonio Amorós. Los socialistas califican lo ocurrido de "atentado en toda regla contra el derecho a informar y a declarar sobre este asunto cuando se trata de un hecho muy grave para esta institución, que se ha visto manchada por la imputación de su presidente". "Es la primera vez que ocurre esta situación y lo que no entendemos es por qué nos echan de nuestro lugar de trabajo" señaló el portavoz Antonio Amorós.

En la comparecencia de anoche estuvieron presentes, además de Alarte y de Amorós, la secretaria provincial del PSPV-PSOE, Ana Barceló, la secretaria de Organización, Elena Martín, y el secretario local, Roque Moreno, además de miembros de la ejecutiva socialista, diputados y concejales en un intento de ofrecer una imagen de unidad en el partido.