­Trece horas pendiente de los registros en sus oficinas y del interrogatorio policial. Así vivió el empresario Enrique Ortiz la jornada del martes nada más llegar a Alicante de su viaje a Pamplona –que abandonó al saber que había estallado la segunda fase de la Operación Brugal– con su noche incluída en la sede de la Comisaría Provincial de Alicante, donde entró de madrugada y de dónde salió cuando empezaba a clarear el cielo.

Otiz llegó a la Comisaría tras ocho horas de registro policial en las oficinas del grupo Cívica, ubicadas en Alfonos el Sabio –y a las que llegó a las 18 horas–, y otra hora y media ante los agentes a bordo de su yate, el «Elena», amarrado en el puerto alicantino, donde también se efectuó un registro de dónde según fuentes consultadas por este diario no se requisó material alguno.

La Policía le acusa de tráfico de influencias, prevaricación, cohecho y fraude en relación a la adjudicación del Plan Zonal de Residuos de la Vega y el negocio de las basuras de la comarca, una investigación que dirige el juzgado de Instrucción número 3 de Orihuela y en cuya instrucción se ha solicitado su detención y posterior declaración.

El empresario permaneció en las instancias policiales más de dos horas, pese a que sólo declaró alrededor de veinte minutos. Llegó en el asiento de atrás de un coche oscuro, de cristales tintados, perteneciente a la policía judicial y cuya rapidez en acceder al garage de las instalaciones evitó que pudiera ser captada cualquier imagen del constructor en su interior.

Una vez allí, el empresario respondió a las preguntas de la Policía, la mayoría similares a otras que habían formado parte del interrogatorio a José Joaquín Ripoll y el resto de detenidos. Desde si tenía empresas en el extranjero hasta si depositaba su dinero en paraísos fiscales, pasando por la pregunta de cuánto gana usted al mes. También las relacionadas a su relación empresarial con la adjudicación del Plan Zonal de Residuos para la Vega Baja. Mientras tanto, agentes de la policía iban entrando a la Comisaría el material incautado en los minuciosos registros que se produjeron en las oficinas.

En el recinto, además de sus abogados, que estuvieron presentes durante su declaración, también le esperaban su cuñado y el jefe de gabinete de la empresa. Cansados, todos, esperaron para poder irse a que el empresario saliera de nuevo en el coche de cristales tintados. El reloj rozaba las 5:30 horas de la mañana, tiempo a partir del cual se le dejó sin presencia policial tras doce horas consecutivas rodeado de efectivos policiales y agentes judiciales. Ortiz se mostró en todo momento colaborador, según indicaron fuentes cercanas al caso.

Sólamente en el registro de las oficinas de Cívica de Alfonso el Sabio acutaron una quincena de agentes, que luego se redujeron para el registro del barco.

Citación judicial a las 13 horas

Enrique Ortiz es el adjudicatario del millonario negocio que supone controlar la obra pública del Plan Zonal de Residuos de la Vega Baja, instalaciones previstas en terrenos que el constructor compró al empresario oriolano Ángel Fenoll. Hoy está previsto que preste declaración ante el juez instructor

a las 13 horas.