Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante ha patentado un procedimiento innovador para recubrir los guardarraíles y evitar la gravedad de muchos accidentes.

La tecnología diseñada por el grupo que dirige Antonio Marcilla en Procesado y Pirólisis de Polímeros desde el departamento de Ingeniería Química de la UA, podría suponer un importante avance en el tipo de material destinados a la seguridad vial y en las tecnologías de reciclado de plásticos.

Lo que han desarrollado estos investigadores son espumas poliméricas o plásticos y el reciclado de espumas termoestables. En principio son materiales difíciles de reciclar y poco reactivos que no interaccionan, pero este procedimiento científico permite volver a utilizar estas mismas espumas aprovechando sus propiedades al incorporar una sustancia adhesiva que se funde con el calor y a la que se añade a su vez otra magnética formada por partículas de óxido de hierro (ferritas).

La patente que actúa como aglomerante es del mismo tipo que la espuma en su origen y permite obtener piezas compactas de baja densidad y gran espesor propiedades que lo hacen especialmente indicado para recubrir los guardarraíles de las carreteras. Y es que una de las características de estas espumas es la absorción de la energía del impacto, con lo que reducen notablemente las peores consecuencias.

Se puede minimizar el riesgo de lesiones durante el impacto de un cuerpo de 86.5 kilos a 60 km/hora, según los tres índices biomecánicos representativos de lesiones en la cabeza, cuello y tórax que establece el informe UNE para la Evaluación del Comportamiento de los Sistemas de Protección de Motociclistas en la Barreras de Seguridad y Petriles.

También puede servir a numerosas industrias para recubrir señales de tráfico, boyas de flotación de redes, boyas de balizamiento, flotadores salvavidas, ruedas de vehículos, suelas de calzado e incluso plantas para el recubrimiento de suelos o de barreras acústicas.