La Policía registró ayer durante más de seis horas las oficinas de Cívica, la empresa de Enrique Ortiz, en Alicante. El registro seguía anoche a la hora de cierre de esta edición, aunque también estaba previsto que el operativo se desplazara al Puerto a registrar el yate del empresario y posteriormente ir a Comisaría a tomarle declaración. Por la mañana, habían estado en la casa del empresario. El registro estaba siendo muy minucioso analizando al detalle la abundante documentación que había en la empresa y levantando acta de cada documento que se intervenía. El empresario iba dando a los agentes las explicaciones que le requerían.

El hecho de que Enrique Ortiz estuviera en Pamplona cuando se desencadenó la operación, retrasó el desarrollo de los registros policiales, ya que su presencia era necesaria para acometer estas diligencias. De hecho, Ortiz no llegó a la empresa hasta las 18.00 horas, donde accedió escondido en el interior de un vehículo para evitar las cámaras de los fotógrafos.

No fue necesaria la presencia del empresario para el registro llevado a cabo en su domicilio, donde estuvo presente la mujer de Ortiz. El registro en el chalé se pr0longó durante más de tres horas. El hecho de que para la operación únicamente intervinieran vehículos camuflados de la Policía hizo que para muchos el operativo hubiera pasado desapercibido a primera hora de la mañana. Aparentemente todo estaba normal en el domicilio. El servicio salía a tirar la basura y las hijas del empresario se fueron a la playa mientras los agentes practicaban el registro. Sólo la fugaz presencia de los agentes con chalecos reflectantes entrando y saliendo del recinto, así como asomándose de vez en cuando para controlar los movimientos en el exterior de la casa.

Hacia las 12.30 del mediodía, los funcionarios abandonaban el domicilio del empresario y cargaban en los coches tres cajas con documentación intervenida durante el operativo.

El registro en las oficinas de Cívica, en cambio, no pudo comenzar hasta las 18.00 horas. Para estas diligencias era necesaria la presencia de Ortiz, para garantizar sus derechos fundamentales. Durante la mañana, los trabajadores de Cívica no pudieron acceder a la empresa, mientras que la Policía vigilaba las oficinas para evitar accesos indebidos al interior. Poco después de las 18.00 horas, el empresario accedía a través del garaje del edificio al interior de las oficinas. Ortiz estuvo asistido por uno de sus abogados durante todo el registro, mientras que el letrado que le iba a asistir durante el interrogatorio en la Policía en Comisaría esperaba en una cafetería cercana, acompañado también por el personal de la empresa.

También para el registro de las oficinas de Cívica se utilizaron vehículos camuflados, por lo que la presencia policial pasaba casi inadvertida desde el exterior del edificio. Conforme empezó a anochecer, la presencia de los agentes empezó a ser visible desde la calle, donde se les podía apreciar examinando pormenorizadamente carpetas, cajones y ordenadores de las oficinas.

Hacia las 22.40 horas, el registro se suspendió durante más de media hora para que todo el operativo pudiera cenar, ya que se preveía que el operativo se prolongara hasta altas horas de la madrugada. De hecho, una vez que acabaran en la sede de Cívica, los agentes todavía tenían previsto trasladarse al Puerto para practicar un registro en el yate del empresario. Anoche también se le iba a tomar declaración en la Comisaría de Alicante, una vez que hubieran finalizado las diligencias.