Resolver los conflictos familiares en aquellos puntos a donde las sentencias no pueden llegar. Ésta fue la recomendación lanzada por las jueces de familia a los cerca de cuarenta profesionales que ayer finalizaron el segundo curso en mediadores de familia organizado por el Colegio de Abogados y la Facultad de Derecho, tanto para letrados como para otros trabajadores sociales que intervienen en los procesos de separaciones y divorcios. El Colegio ha firmado un convenio con los juzgados de familia para que las magistradas comiencen a derivarles aquellos casos susceptibles de que se pueda negociar un acuerdo entre ambas partes y evitar un pleito largo y doloroso. La intención a largo plazo es introducir la figura de los mediadores antes incluso de que se llegue al pleito.

"Nadie sabe lo que puede salir de esto porque se trata de una experiencia pionera que pocas provincias de España tienen", explicaron fuentes del Colegio de Abogados de Alicante. Profesionales que hayan seguido este curso atenderán los martes y los jueves por la tarde aquellos casos que les hayan remitido los dos juzgados de familia. Eso sí, los letrados que hayan intervenido como mediadores en estos procesos deberán de abstenerse de cualquier intervención en ellos como abogados. En estos momentos, ambos órganos judiciales están tramitando cerca de 1.700 procesos de separaciones y divorcios al año, 500 de ellas conflictivas.

El decano del colegio de Abogados, Mariano Caballero, explicó que "se trata de conciliar posturas. El abogado debe conocer tanto lo que dice la ley como de psicología para que los dos cónyuges flexibilicen sus posturas. Estos acuerdos permiten más posibilidades que la que tendría que fijar una sentencia judicial". La juez de familia, Susana Martínez, incidió en la importancia de que el convenio que se firme en la mediación sea capaz de anticipar futuros problemas, uno de ellos el dejar claro qué gastos corresponden a cada cónyuge. "Las sentencias no solucionan los conflictos, pero éstos pueden quedar arreglados si ha habido una buena mediación", aseveró Maria Luis Carrascosa, también juez de Familia de Alicante.

El curso para mediadores ha contado tanto con abogados veteranos como con otros más jóvenes, así como con dos trabajadores sociales.