La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, el portavoz de la oposición, Roque Moreno, y el presidente del Hércules, Valentín Botella, cerraron ayer el acuerdo por el que el dueño del club, Enrique Ortiz, se compromete a invertir 55 millones de euros en la construcción del nuevo estadio y la remodelación de toda la zona deportiva anexa (Ciudad Deportiva Municipal, pabellón Pitiu Rochel y pistas deportivas del antiguo Hipódromo) a cambio de una serie de Unidades de Aprovechamiento Urbanístico (parcelas edificables en suelo residencial, terciario o industrial) repartidas entre los planes parciales de próxima ejecución y los que se definan en el Plan General de Ordenación Urbana actualmente en trámite de aprobación.

El campo del Rico Pérez que pertenece hoy a la sociedad Aligestión, propiedad entre otros del propio Ortiz, pasará al Hércules, una vez que el club haya saldado sus deudas con las administraciones públicas, y en el futuro, cuando concluyan las obras, al Ayuntamiento, según informó la propia Sonia Castedo.

La alcaldesa anunció que los trabajos para adecentar el campo de cara al comienzo de la Liga en Primera División, el próximo 29 de agosto, comenzarán de inmediato y se centrarán en el acondicionamiento del césped, vestuarios, asientos y aseos, algo indispensable para afrontar el inicio de la competición. Castedo subrayó que las obras no se pararán cuando empiece la liga "porque son compatibles con el desarrollo de la competición" y, aunque no se atrevió a dar una fecha de finalización, calculó que pueden durar hasta dos años.

De los 55 millones del precio final de toda la operación de remodelación del Rico Pérez y demás instalaciones deportivas próximas, un total de 45 millones, lo que representa casi un 80 por ciento, se destinarían al campo de Hércules y los otros diez millones para el resto de centros deportivos, incluyendo el pabellón Pitiu Rochel, la Ciudad Deportiva y las pistas deportivas del antiguo Hipódromo. Además, y aunque no se trata de una instalación municipal por ser propiedad de la Generalitat, la alcaldesa también da por hecho de que la remodelación alcanzará al Centro de Tecnificación al dar por seguro de que el Gobierno autonómico se sumará a este proyecto "fundamental para la ciudad".

El coste de 45 millones de euros para reparar el Rico Pérez se ha establecido fijando 1.500 euros por cada una de las 30.000 localidades de su aforo, una cantidad que se considera un precio medio con respecto a remodelaciones en campos de otros equipos de primera división.

Para financiar esta operación es fundamental la cesión municipal del aprovechamiento constructivo de parcelas en planes parciales. A este respecto, la primera edil enfatizó que no habrá recalificación de suelo para el constructor y dueño del Hércules. Los terrenos, según Castedo, están sin determinar, aunque descartó que se concentren en una sola zona.

La alcaldesa rechazó la posibilidad de que debajo del nuevo campo se construya un párking subterráneo, ya que "estaríamos hablando de una ratonera por tener que construirse a gran profundidad y con salidas a calles medianas o pequeñas".

Por el contrario, sí está prevista una pequeña zona comercial en los bajos del estadio pero se pretende que sean negocios relacionados con el deporte y nunca pubs. Los ingresos que procedan de la explotación comercial de estos locales también se destinarán a la operación de rehabilitación del campo, tal como ya se había señalado.