La compañía ferroviaria Renfe, futura explotadora de la línea del AVE entre Madrid y la Comunidad Valenciana, presentó ayer el nuevo tren S-112, construido por el consorcio Talgo-Bombardier, y que será el que se utilice para operar a partir de diciembre el corredor de Alta Velocidad entre Madrid y la ciudad de Valencia a partir de diciembre. La apertura del corredor Madrid-Valencia (1 hora y 35 minutos de viaje) posibilitará, a su vez, recortar en unos 40 minutos el tiempo de viaje entre Alicante y la estación de Atocha hasta quedar en 2 horas y 55 minutos, ya que a partir de Albacete, los Talgo S-130 (Alvia) seguirán su camino por las nuevas plataformas de Alta Velocidad. El tren presentado ayer por Renfe es el que utilizará también la compañía cuando se abra la línea Alicante-Madrid a lo largo de 2012.

La empresa Vías y Construcciones ultima en la estación de Albacete la instalación del intercambiador por el que los trenes Alvia que cubren la línea Alicante-Madrid podrán continuar el viaje por los nuevos tramos del corredor de Alta Velocidad. Una actuación que permitirá que los Talgo S-130 puedan recortar el tiempo de viaje entre Alicante y la estación de Atocha unos 40 minutos en 2011. El contrato adjudicó en septiembre de 2009 por 6,8 millones de euros y el plazo de ejecución de los trabajos era de 8 meses. El intercambiador permitirá conectar las vías de ancho internacional (1.435 milímetros) con las del ancho ibérico del ferrocarril convencional (1.668 milímetros).

La presentación del tren en Madrid provocó malestar en Albacete ya que Renfe ha decidido que los viajeros manchegos no puedan subir en este moderno convoy hasta que se inaugure la línea con Alicante.

Tráfico

El Gobierno prevé que el corredor ferroviario Alicante-Madrid pueda ganar 800.000 pasajeros nuevos, prácticamente de forma inmediata, a partir de 2011, año el que estará previsto que esté plenamente operativo el AVE a Valencia y, por tanto, los trenes que partan de Alicante puedan utilizar los tramos comunes de la línea de Alta Velocidad en Albacete, Cuenca y Madrid, algo que posibilitará la reducción del viaje entre Alicante y la capital de España en cuarenta minutos. Los estudios sobre el transporte ferroviario certifican que el tren se convierte en una máquina de absorber pasajeros en los viajes medios cuando el tiempo para cubrir el trayecto baja de los 180 minutos, lo que ocurrirá en el caso de Alicante y, además, dos años antes de que el AVE pueda llegar al centro de la ciudad, cuando todo apunta a que se disparará el tráfico ferroviario entre Alicante y la capital de España.

En este sentido, la sociedad pública Avant tiene cerrada desde hace varias semanas con seis bancos y dos cajas la suscripción de un préstamo de 90 millones de euros con el que sufragarán las obras para que el AVE llegue a la estación actual por un pasillo con 300 metros soterrados (en la primera fase se eliminará la playa de vías hasta el paso a nivel de Ausó y Monzó que desaparece) y setecientos a cielo abierto para finalizar en tres vías al norte de la estación, en el antiguo apeadero donde se limpiaban los trenes y se cargaban los vehículos en aquellos convoyes que permitían viajar con el coche. El AVE parará allí y los pasajeros accederán al vestíbulo principal por un acceso provisional hasta que pueda contarse con la estación definitiva e intermodal. Las obras tienen un plazo de ejecución de 14 meses y siguen sin licitarse. Llega el verano y aunque ya se tienen todos los avales para firmar el crédito todavía no se ha suscrito. Desde el Ministerio de Fomento aseguran, sin embargo, que a finales de este año se habrán iniciado las obras.