"Ahora mismo cualquier empresario turístico firmaría cerrar el verano de 2010 con los mismos resultados que 2009, pero la incertidumbre de este año es todavía mayor que en en junio del ejercicio anterior". La reflexión de Antonio Mayor, presidente de la superpatronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec) refleja el estado de ánimo en el que encuentra el sector turístico alicantino ante el comienzo el próximo jueves de la temporada alta, el periodo que va de julio a octubre "en la que los hoteleros nos jugamos la rentabilidad de todo el año", subraya Mayor.

La Costa Blanca tiene todavía la mitad de sus plazas sin vender y un año más los resultados dependerán de cómo funcione la reserva de última hora y de los "desvíos" que puedan llegar desde Turquía, un país que desde la pasada edición de la World Travel Market de Londres (noviembre de 2009) se ha gastado, por ejemplo, 500 millones de euros en promoción. Cifra que contrasta con la del Ejecutivo español que tenía presupuestados unos 60 millones "y creemos que la inversión va por la mitad", lamenta Mayor. Al menos, Turquía está llena, por lo que los ingleses, alemanes, rusos, españoles... que este año habían previsto volar a sus playas ya no tienen hotel.

Por otro lado, la presión de Baleares y Canarias, de los resorts del Caribe y la subida del IVA van a marcar la actualidad del verano. Todos los empresarios consultados coinciden, por otra parte, al afirmar que el comportamiento de los turistas españoles resultará clave un año más, máxime en una temporada alta donde el mercado inglés sigue sin despertar, y es muy sensible a cualquier noticia negativa desde el punto de vista económico como lo es la subida del IVA.

La Costa Blanca ofrece setenta mil plazas hoteleras por cubrir que no sólo no están aseguradas al completo cuando ya han comenzado los meses álgidos del año, sino que se comercializan con precios hasta un 20% más bajos que en 2009, lo que, unido a la posible falta de clientes, provocará que el sector cierre este año con una caída media de los beneficios en torno al 15%, porcentaje similar al del año pasado y que no se registraba desde la última crisis económica a finales de los 80, la que acabaría con la devaluación de la peseta. Han pasado casi 20 años, marcados por el crecimiento, y cuando nadie pensaba que la UE pudiera sufrir una recesión económica ésta llegó de golpe, sacudió todos los cimientos de la economía y acabó por salpicar al turismo, uno de los grandes motores de la provincia que, sin estar "gripado", se ha quedado sin parte del lubricante. El invierno no fue bueno, durante la pasada primavera la situación mejoró sustancialmente -salvo por el cataclismo que provocó durante dos semanas la nube de cenizas volcánicas- y el verano se presenta bajo el signo de la incertidumbre.

En estos momentos, y según la última estadística del INE de mayo, la rentabilidad de los hoteles en el conjunto de la Comunidad Valenciana (el 70% de la planta se localiza en la Costa Blanca) ha vuelto a caer punto y medio en un año por la falta de clientes y, por ende, la política de precios contenidos que se ha impuesto para mejorar la cuota de mercado.

Así, el facturación media por habitación ocupada está en los 53,8 euros, seis euros por debajo de la media de España. En el caso de los ingresos por habitación disponible (la facturación se divide por el total de plazas estén o no estén ocupadas), la cantidad cae hasta los 29 euros, curiosamente un 4% más que hace un año. Cifras que son similares a las de Baleares pero están bastante por debajo que, por ejemplo, Andalucía, donde la facturación alanza los 67 euros por habitación.

No obstante, los españoles viajarán este año un 3% más que en 2009, aunque el presupuesto destinado a viajes será similar al año pasado, unos 1.458 euros de promedio por persona, y la facturación del sector bajará, pero no tanto como en el año 2009, lo que indica cierta recuperación a partir de este verano, según refleja el informe "Viajeros españoles en la España de la crisis de 2009", dirigido por el catedrático de Esade Josep Francesc Valls y financiado por Bancotel. Según Valls, la crisis apenas ha afectado al gasto medio que dedican los españoles a los viajes, ya que en 2007 destinaron unos 1.340 euros, cantidad que aumentó ligeramente en 2008, y en 2009 se situó en 1.458 euros y así se mantendrá este año. Valls recuerda que las vacaciones se han convertido casi en una necesidad para los españoles y están dispuestos a reducir otras partidas del presupuesto, pero no en turismo, que se ha convertido casi en un "gasto fijo intocable".

Este año han aumentado de manera considerable los viajeros con un único viaje respecto a 2007, debido principalmente a que han aumentado las personas que se han incorporado a hacer viajes, aunque la crisis ha reducido los turistas con más de cuatro al año. Según Valls, se ha producido un proceso de "democratización" de los viajes en España con la incorporación de nuevos viajeros, que suelen viajar menos de diez días al año, aunque la media de días que viajaron los españoles es de 19. La relación calidad-precio es el principal factor que tienen en cuenta los españoles al viajar y el precio sigue siendo "fundamental" a la hora de tomar decisiones.

La patronal hotelera quiere mantener, aunque todavía falten muchas plazas por cerrar, cierto optimismo tras comprobar una cierta reactivación del turismo inglés y confiar, sobre todo, en los españoles. Un mercado fiel que, tras un invierno convulso marcado por las malas noticias económicas, va reaccionando, lentamente pero reaccionando, aunque habrá que esperar hasta el final.

"La relación calidad-precio de la Costa Blanca y sobre todo de Benidorm es una garantía y, además, la gente está un poco harta de playas solitarias. Ofrecemos algo que no tiene nadie como es, en el caso de Benidorm, contar con una ciudad que en su conjunto es un resort turístico. Disfruta del hotel, vas a la playa, paseas por la calle, tienes tiendas, cafeterías... y todo a un precio asequible por el que se recibe un producto de gran calidad. El turismo español nos va a salvar, pero por supuesto que van a caer los beneficios", subraya José María Caballé, presidente de la cadena Servigroup, la cadena hotelera más importante y saneada de la Comunidad Valenciana quien, sin embargo, y como muchos colegas, sale de una temporada baja donde ha habido nichos de mercado que se han hundido.

El presidente de la patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca, Antonio Mayor, se muestra más cauto, e insisten en que "el verano estará marcado por las contrataciones de última hora". En el mismo sentido se expresa Javier Luri, presidente de la Asociación Provincial de Hoteles, quien, incluso, espera que al final también funcione la contratación del último minuto, como sucedió en Alicante en las recién finalizadas fiestas de Hogueras de San Juan en los hoteles de la ciudad más cercanos al mar y en la Playa de San Juan, donde la ocupación fue del 80% e incluso se alargó diez días en vez de los seis tradicionales.

Empleo

Por otra parte, otro gran lastre del sector por la crisis es el descenso de su capacidad para generar empleo. El turismo da trabajo a 1,5 millones de personas, de las que aproximadamente medio millón se contratan para el verano, y este año, a 15 de junio, la contratación se había reducido un 11%. Es decir, que hay 55.000 personas que no han encontrado trabajo, aunque los empresarios esperan que durante la temporada alta la caída final será más suave, sobre un 6%. Con todo, los hoteles, como el resto de las empresas turísticas y todas las mercantiles en general, han ajustado al máximo las plantillas y los refuerzos del verano serán.... menos refuerzos.