Está hasta veinte horas en pie, pero ni su rostro ni su humor lo reflejan. "La ilusión supera el cansancio, son las ganas y la adrenalina de vivirlo todo lo que impiden que esté cansada", explica Marian Guijarro después de haber dormido tres horas. Vestida con la segunda falda de las cuatro que forman su guardarropa de alicantina, sale del Spa Porta Maris, el hotel donde se aloja durante las Hogueras la familia festera, poco antes de las once de la mañana. Rápida, se sube al coche oficial Mercedes Benz, que arranca raudo porque se echa encima la hora del inicio del desfile de entrega de premios.

En un suspiro, están en la Rambla. La Bellea del Foc baja del coche y Ana Ruiz, delegada de la comisión de Presidencia de la Federación, le arregla la falda para que esté impecable. El inicio del desfile se demora y Marian se sienta junto a sus damas en las sillas de mimbre del quiosco del Portal de Elche y bebe otro café, éste con hielo, después del que se tomó con una tostada para desayunar. "A ver si cojo fuerzas", dice con una sonrisa antes de contar que la noche anterior todas visitaron los racós de sus respectivas hogueras, y que en la suya, Carrer Sant Vicent, tuvieron con ella muchos detalles. "Me regalaron una tarta con mi foto, y un cuadro con una dedicatoria en un lado y el nombre de los comisionados en el otro. También una cajita con una figura de belleza arriba que viste una falda con el color de mi espolín para que guarde un puñado de cenizas de la Hoguera Oficial cuando la quemen".

Allí tuvo oportunidad de estar unos minutos con su familia, que estos días acude a los actos "a verme, aunque sea desde lejos". Tras su aventura nocturna en sus respectivos racós, de vuelta en el hotel ya avanzada la madrugada, las chicas se pusieron a comentar "lo genial" que había sido todo el día. Después arreglaron trajes y limpiaron mantillas para que estuvieran listas para un nuevo, y largo día, por lo que se retiraron muy tarde. Sin embargo, ayer Marian estaba resplandeciente. Estuvo entregando premios y repartiendo sonrisas y besos en la tribuna más de dos horas bajo el sol, que apretó, y atendió amablemente a los medios de comunicación, gráficos, radio, prensa y televisión. Desde su sitio podía leer el "Nuestro premio eres tú", que los comisionados de su hoguera escribieron en una pancarta llena de corazones.

Acabado el desfile, nuevo tentempié en el quiosco del Portal de Elche. Con un refresco y un retoque de pintalabios, que lleva en el bolsillo de la falda de alicantina con ella todo el día junto al móvil, está lista para continuar. La Policía Local abre paso a la comitiva de coches de las Hogueras para llegar con tiempo a la mascletà.

En Luceros, la Bellea da la señal al pirotécnico para que empiece el disparo. Lo disfruta junto a sus damas y a la alcaldesa, Sonia Castedo. "Ha sido increíble, no he llorado pero casi, el nivel ha sido altísimo", dice con los ojos brillantes, aplaudiendo hacia el publico que llena los balcones en los edificios de la plaza de Luceros, y consciente del paso de los días y de que la cremà, y el final de las Hogueras, se aproxima. Allá por donde va se quieren hacer fotos con ella, y recibe el cariño de los alicantinos, palabras de aliento y apoyo. "Me quedo con todo, estoy muy agradecida a toda la gente".

Acaba la mascletà y parte al racó de Canal 9 a una entrega de premios, y de ahí hasta la barraca Pares i Fills, en el distrito Campoamor Norte, que cada año elige a la Bellea del Foc como su madrina y que les ha invitado a comer. "Mi plato favorito es el arroz", confiesa, aunque cualquier cosa que le ofrezcan, apunta, le gustará.

Tras reponer fuerzas, vuelven al hotel. Tienen el tiempo justo para "cerrar los ojos cinco o diez minutos, que viene bien". Sirve también un masaje de piernas y pies con un potente gel frío contra el cansancio. Se cambia la falda verde por el espolín añil, prenda principal de su indumentaria, para la Ofrenda, que sigue desde el palco. Casi a medianoche se incorpora al desfile para entregar su ramo a la patrona, a la que gusta ofrendar claveles rojos. La cena en el distrito José Ángel Guirao y una visita ya de madrugada a San Nicolás de Bari pusieron fin al cuarto día de fiesta para la Bellea en unas Hogueras, en las que "todos nos estamos olvidando un poco de la crisis".