Hace siete días, un autobús volcaba en la AP-7, a la altura de Peñíscola, causando 16 heridos. Ayer, la historia se repetía. Esta

vez eran casi 20 los heridos, vecinos de Calasparra (Murcia), que se encontraban en Castellón participando en un torneo de fútbol en Onda. La mayoría de los heridos eran los jóvenes fútbolistas de

entre 16 y 19 años, que iban acompañados por algunos padres.

El accidente tuvo lugar a las 15:31 horas, según fuentes de la Guardia Civil, cuando el autobús, de regreso a Murcia y con más de treinta pasajeros, se salió de una curva. El autocar recorrió varios metros golpeándose contra el quitamiedos hasta chocar con un árbol.

Tras el impacto, los ocupantes rompieron las ventanillas y salieron por su propio pie. La mayoría de los heridos sufrieron contusiones y fueron repartidos entre el hospital General de Castelló y la Plana de Vila-real. Uno de ellos, el más grave, sufrió una rotura en el brazo de la que tendrá que ser intervenido quirúrgicamente. Las causas del accidente todavía se desconocen pero el conductor,

José Ruiz, de 62 años, explicó que intentó frenar pero el autobús

no respondía.

"Nos hemos puesto todos a gritar, era un caos". Así se expresaban varios de los jóvenes accidentados. Bartolomé Fernández, de 17 años, explicó que "la mayoría iban dormidos".