Las prácticas para los alumnos que cursen algún ciclo formativo de los que implican riesgos, porque se manipulan microorganimos o gases, están en el aire para el curso que viene.

En su afán por recortar gastos, el Consell ha trasladado a los institutos la orden de que no computen el desdoble de las aulas de FP (Formación Profesional) pese a que se superen los 18 matriculados, que es lo que consta por ley en el acuerdo de plantillas docentes de la Comunidad Valenciana, suscrito desde hace once años.

La obligación, por tanto, de llegar ahora a los 30 estudiantes por aula, como rigen las órdenes verbales para cualquier materia, llevaría hasta los laboratorios de prácticas a cerca del doble de alumnos, y los directores de los institutos advierten de que el peligro que eso conlleva para la seguridad de los chicos dará al traste con dicha formación.

"Con más de 20 alumnos yo no puedo dar Microbiología porque flameamos el alcohol, utilizamos mecheros de gas para prender el fuego y manipulamos microorganismos como la salmonellosis, que implican un nivel de riesgo 2 de contagio" -siendo el nivel 4 el que conlleva un mayor peligro-. Esta reflexión de la directora del Instituto Virgen del Remedio de Alicante, Sofía Morales, es compartida por el resto de docentes consultados que imparten ciclos formativos de este tipo.

"Cualquiera de las prácticas en ciclos de las familias sanitaria, mecánica o química entrañan riesgo para los alumnos y, con un sólo profesor, no se puede estar vigilando continuamente a una treintena de estudiantes, de ahí que hasta ahora se hayan desdoblado estas aulas y creado dos grupos de alumnos", precisan.

Aurelio Sordo imparte un ciclo de Química "y las instalaciones del laboratorio necesitan unas mínimas medidas de seguridad, con campanas extractoras adecuadas para determinado número de alumnos cada vez que se trabaja con reactivos peligrosos". Este profesor añade que hay vapores que implican cierto nivel de toxicidad o que son irritantes "y si duplicas el número de alumnos vas a impartir las prácticas en condiciones precarias, sin suficientes medidas de seguridad".

La demanda sigue en aumento

Los profesores de FP de la provincia no conciben impartir un ciclo formativo sin prácticas, "pero si no podemos desdoblar los grupos, hay que limitar las prácticas o no podremos hacerlas", afirman.

Sordo precisa que las prácticas abarcan prácticamente la mitad del currículo y que, sin ellas, "no hay enseñanza profesional que se precie. Los estudiantes no obtendrán la formación cualificada para la que se matriculan y no pueden salir preparados".

Peligran tanto la seguridad como la formación de estos alumnos y en los institutos no comparten esta medida restrictiva del Consell que afectaría también a más de 300 docentes interinos que perderían el trabajo, según cifras estimadas por los sindicatos. Precisamente para este curso la matrícula en FP aumentó un 7% de golpe en la provincia y ahora, en la solicitud de plazas, ya hay listas de espera que oscilan entre las setenta peticiones de más para ciclos de Electricidad y hasta las ochocientas en Educación Infantil. "Es fácil superar los 18 alumnos por aula y esta matrícula suele incrementarse siempre en septiembre porque los jóvenes en paro tratan de buscar alguna otra salida mientras esperan volver a trabajar", corroboran en los centros.