El verano que comienza el próximo lunes registrará temperaturas más altas que la media de los últimos años en toda España, entre uno y dos grados más, tras producirse una de las primaveras más frescas de esta década y unas lluvias muy superiores a los valores medios, según anunció ayer Ángel Rivera, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología. En el trimestre marzo-mayo, las temperaturas se han situado 0,6 grados por encima del valor medio en el periodo de referencia 1971-2000.

La primavera ha sido la segunda más fresca del siglo XXI -sólo más cálida que la de 2004- y una de las más calurosas del siglo XX (1971-2000), según explicó Rivera. Respecto al actual año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre, las lluvias en conjunto han sido claramente superiores a lo normal. A fecha 15 de junio los valores medios se situaron en 701 litros por metro cuadrado, lo que significa un superávit de 159 litros, un 29% más de lo acostumbrado.

Según Rivera, la tendencia está clara en cuanto a las temperaturas -al alza-, pero no ocurre lo mismo en lo referente a las lluvias. En este contexto, Rivera destacó las fuertes y bruscas oscilaciones que se están produciendo últimamente, es decir, de días de mucho calor se pasa a días gélidos y, aunque "no es raro, ha sido muy notable en 2010".

Respecto al verano, "lo más destacable es que será marcadamente cálido en toda España, sobre todo en la península e interior", y con seguridad habrá "olas de calor". En el mismo periodo, de julio a septiembre, se prevé una ligera tendencia de las lluvias por debajo de lo normal en todo el país, algo más acusada en el interior, según Meteorología.