La formación en apenas dos horas sobre Murcia de una tormenta inesperada que cruzó después la provincia a una velocidad media de 40 kilómetros por hora provocó ayer inundaciones generalizadas en la Vega Baja, la Marina Alta y Alicante, dejó sin clases a 8.000 alumnos en Dénia, y obligó a desalojar a 18 personas de un edificio en Bigastro, donde el agua acumulada en la terraza hundió dos de las cuatro plantas. Hubo cortes en carreteras, en concreto en el municipio de Algorfa, los accesos a Torrevieja estuvieron colapsados durante una hora y hubo inundaciones puntuales en Orihuela-costa. Dos rescates se produjeron en Alicante, uno de un conductor atrapado encima de su vehículo en un paso del tranvía en Colonia Romana (Albufereta), y el de una señora que fue auxiliada por un grupo de peatones tras ser arrastrada por el agua contra un autobús en la Plaza de España.

El núcleo central de la tormenta llegó a la provincia por Salinas, atravesó Elda y Novelda y salió al mar por Alicante, aunque también hubo trombas en la Marina Alta y la Vega Baja. La tromba fue intensa entre las 11.30 y las 12.30 horas provocando registros superiores a los 30 litros por metro cuadrado en apenas veinte minutos con riadas que arrastraban todo a su paso, como fue el caso de los contenedores en la avenida de Doctor Rico de Alicante.

La intensidad de la lluvia generó inundaciones en edificios y sótanos, afectando a la actividad comercial de las ciudades que se vieron afectadas por la tromba, cuyos comerciantes hubieron de achicar el agua de los establecimientos.

La presencia de aire frío en las capas altas de la atmósfera sobre el litoral mediterráneo favoreció la formación de núcleos tormentosos muy activos en la provincia. "Se trata de tormentas que se forman en apenas una hora y que van muy cargadas de energía y agua, con lo cual descargan cantidades de lluvia significativas en pocos minutos", explicó Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante donde se recogieron 22 litros por metro cuadrado en apenas 40 minutos.

Olcina subrayó, en este sentido, que la provincia debe ir acostumbrándose a estos fenómenos porque "este tipo de lluvias en forma de tormenta intensa van a ser frecuentes en el futuro, según señalan los modelos de cambio climático para la zona del Mediterráneo", detalló el climatólogo.

José Ángel Núñez Mora, jefe de sección de Climatología en la Agencia Estatal explicó, por su parte, que la presencia de aire frío en altura asociada a una depresión que entró por el norte de la península, y que dejó una atmósfera inestable, unido a las convergencias de aire en superficie y de humedad en capas bajas de la atmósfera dispararon las tormentas.

La temperatura máxima a mediodía en el observatorio de Alicante fue de 20º, " una de las más bajas en un mes de junio en la ciudad. Desde 1938, la temperatura máxima en junio no pasó de 21º en un total de 11 días, y sólo en dos en los que la máxima en junio ha sido inferior a 20º.

La provincia se encuentra bajo la influencia de una bolsa de aire gélido que choca con el aire cálido instalado ya en las capas bajas, dada la proximidad del verano. La formación de tormentas es frecuente, pero no con la virulencia de la de ayer que se pareció mucho a una gota fría, según explicó Jorge Olcina. La tormenta se retiró por el mar a media tarde de ayer y hoy se espera un tiempo mucho más tranquilo y tendiendo a la estabilidad. Hoy, el tiempo mejorará y el riesgo de lluvia es sólo del 15%.