La niña de 6 años que fue agredida por un perro de raza rottweiler recibió el viernes el alta médica tras pasar diez días hospitalizada por las heridas causadas tras el ataque.

Según indicó ayer la madre de la pequeña, la niña está "animada" y en casa, si bien aclaró que tiene pánico a los perros. De hecho, en el momento de abandonar el hospital a las 10 de la mañana del viernes, un perro se le cruzó por delante "y se puso a llorar y a gritar", indicó la progenitora. "Mis hijas ahora mismo huyen de los perros", aclaró, y añadió que tendrá que estar un tiempo acudiendo a un psicólogo. Tanto la menor, para superar las secuelas psíquicas, como los padres, para ser orientados, deberán recibir las indicaciones de un especialista.

Los hechos ocurrieron el pasado 2 de junio en el barrio de Rabasa, cuando un perro de raza rottweiler se abalanzó sobre la niña y su hermana, de 21 meses. Pese a la rápida intervención del padre, que consiguió que el animal soltara a la más pequeña, la niña de seis años resultó herida en la cabeza, mientras que él y la otra menor precisaron atención médica por heridas leves.

El perro se encontraba junto a otro rottweiler en una vivienda de Rabasa. Al bajar la familia del coche, éstos salieron disparados hacia ellas. Filomena, dueña de "Conan" y "Sirena", reconoció que carecía de licencia. El padre de las menores puso el caso en conocimientos de los juzgados.

El titular del juzgado sobre el que recayó la denuncia iba a tramitar el caso como falta, pero según fuentes judiciales el asunto se ha devuelto a la espera de un nuevo reparto de la causa. Según la familia, las lesiones provocadas por el perro han sido graves y consideran que la medida de castigo debe estar "acorde" con la gravedad de los hechos ocurridos. Este mismo diario, a través de su página web, demostró lo polémica que había generado la decisión judicial, ya que el Código Penal contempla como falta la negligencia de los dueños y su responsabilidad sobre ellos. La falta, a diferencia de un delito, conlleva sólo multa y no pena de cárcel a pesar de la gravedad de las lesiones sufridas.

Multas

El consistorio alicantino ya anunció que la propietaria de los perros, de avanzada edad, carecía de licencia, por lo que se enfrenta a una multa de entre 2.404 y 15.025 euros. Además, los servicios municipales impondrán una segunda multa por el hecho de que la mujer no había adoptado medidas de seguridad que impidieran el libre movimiento de los canes.