"Nos han pillado con lo de la memoria histórica en la Transición. Me sonaba de lo del juez Garzón, pero nos han pillado. El resto era más sencillo". Miguel Cano, del Instituto Virgen del Remedio de Alicante, salía algo pesaroso del Aulario II de la Universidad de Alicante (UA), tras la primera jornada de la nueva selectividad, en la que los temas a elegir han situado en plena actualidad a los cerca de 6.000 alumnos matriculados de toda la provincia: 2.881, en la UA; y 2.778, en la Miguel Hernández de Elche.

Los compañeros de Cano jalean sus temores por no haber clavado el discurso de Franco en el Valle de los Caídos. "Es el führer y nunca se pone nervioso", aseguran. El propio aludido se sonríe orgulloso. Tiene una media de 8,05 en Bachillerato y espera no bajarla con las pruebas de acceso porque quiere entrar en Biotecnología, que la imparte la Universidad de Elche, y piden un 8 de nota.

En general, se han inclinado por la historia del siglo XX y el discurso de Franco "porque es lo más reciente que hemos dado", frente a la del XIX con las constituciones de 1869 y 1845. También han preferido el esperpento de Valle Inclán, frente al contexto político de la poesía de Miguel Hernández en Literatura. Y eso pese a su convencimiento de que caería el poeta en el mismo año de su centenario, "pero es que Valle Inclán era más corto, más sencillo", volvían a señalar. La cultura del esfuerzo no cala.

Aunque también esperaban a Platón o Nietzsche, ahí erraron. Eso sí, con la nueva selectividad han tenido hasta cuatro filósofos entre los que elegir esta vez: Descartes, Kant, Hume y Rousseau. Las gemelas Román estaban muy disgustadas porque en clase sólo había dado tiempo a dar uno de ellos y no les había quedado otra que escribir lo poco que sabían de la moral, según Hume. Otros compañeros coincidían en que el profesorado elige en el curso cuatro de los ocho filósofos del temario, "porque no da tiempo a más".

Las políticas de igualdad de la ministra Bibiana Aído y la educación permisiva por parte de los padres pusieron igualmente a los estudiantes en el día a día con sendos artículos de los periodistas Elvira Lindo y Josep Maria Espinàs en la prueba de Lengua. El de este último cuestionaba la existencia del ministerio de Aído y opinaba que la Universidad no es la que debe formar en esos valores, sino ofrecer conocimientos especializados.

¿Y lo de copiar?. "De eso nada, procuro que no me copien a mí", afirmaba Miguel Cano. Quizá una de las excepciones porque el resto de los encuestados afirmaron haber visto que alguien lo hacía cerca de ellos o, cuando menos, que "no parece difícil. Los que hagan chuletas las pueden mezclar con los papeles que te dan", comenta Begoña Riera, del IES Playa de San Juan; al igual que Isabel Francés y Nuria Gómez, del IES Castalla; las gemelas Rocío y Lorena Román, del IES Paco Mollá de Petrer; o Mirian Sánchez y Mari Carmen Padilla, del Hermanos Amorós de Villena.

Ninguna confiesa haber copiado, afirman que no se les ocurre "arriesgarse y jugársela" en un momento "tan importante", y a su alrededor se unen más compañeros al oír la pregunta para ratificar que es fácil copiar, que con el de al lado están separados, pero que "al de delante se lo ves todo".

"Los textos de Filosofía no tanto, porque te exigen explicarlos, pero con Miguel Hernández se podrían poner párrafos textuales", sugiere Xabi Urrutia, que se ha reenganchado a estudiar en el Figueras Pacheco de Alicante tras varios años remoloneando por ganar "algún dinerillo" como repartidor, y ahora, con 21 años, se ha dado cuenta de que "en la vida, o te pones las pilas, o nada". Ha decidido estudiar Turismo.