Un estudio realizado por el departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante a petición del Ayuntamiento concluye que las emisiones de la planta de residuos, situada a 3,4 kilómetros de la partida de El Rebolledo, se encuentran más de mil veces por debajo de los límites que pudieran afectar a la salud pública. El informe fue hecho público ayer por el concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens, después de que el sábado varios colectivos ecologistas y vecinales realizaran una "simbólica ofrenda" de bolsas de basura a la alcalde en protesta por "los problemas sanitarios y ambientales" derivados, según denunciaban, tanto del vertedero como de la cementera.

El estudio presentado ayer también garantiza que los 24 compuestos detectados están por debajo de los umbrales de detección del olor. "Sólo en momentos muy concretos, con unas condiciones meteorológicas muy determinadas de ausencia de vientos, uno de los compuestos, el sulfuro de hidrógeno, alcanza dentro de la planta concentraciones mínimas de detección de olor". Pese a incidir en el mínimo rango hallado, el edil anunció que han encargado un nuevo estudio al mismo departamento para que localice los focos de emisión de dicho componente.