"Yo maté a Fátima pero no quemé su casa". Así se expresó la semana pasada Raouf Bouziane, el ciudadano argelino acusado de asesinar a tiros a su ex mujer en un pub de Alicante, antes de ser condenado a quince años de prisión en Argelia por incendiar en este país la vivienda de la familia de su ex esposa, según informaron a este diario personas allegadas a la víctima. El juicio se prolongó durante doce horas y el acusado profirió nuevas amenazas de muerte a una de las hermanas de Fátima y a la propia madre, según indicó la familia. La sentencia ha sido recurrida tanto por la acusación como por la defensa, ya que el fiscal solicitaba una pena de 44 años de prisión y su abogado la absolución.

Raouf utilizó el último turno de palabra durante el juicio celebrado el pasado día 1 para pedir que le absolvieran del incendio y lo dejaran en libertad, pero de poco le valió porque el mismo día dictaron la sentencia condenatoria a 15 años por quemar el 29 de octubre de 2009 la casa de tres plantas que la familia de su ex mujer tiene en Tiaret, en Argelia. El incendio ocurrió de madrugada cuando no había nadie en el interior y aunque Raouf aseguró que se encontraba en Alicante el día del siniestro una testigo le situó el día de los hechos en la escena del suceso.

Durante el juicio por el incendio, el acusado, que aún no sabía que el nuevo novio de la joven asesinada había sobrevivido al tiroteo, trató de buscar la benevolencia del tribunal alegando que había matado a Fátima porque la encontró en la cama con otro chico. El acusado, que pretendía justificar así su acción porque alegaba que aún no se habían separado oficialmente, se quedó de piedra y agachó la cabeza cuando la madre de Fátima entregó a la juez la sentencia de divorcio dictada por un juzgado de Alicante.

La familia de Fátima asegura que Raouf aparenta estar muy bien "y no se siente culpable por lo que ha hecho".

Durante el juicio por el incendio, según la familia de Fátima, Bouziane "dijo varias cosas malas sobre España para intentar evitar que lo traigan a Alicante". Así, el ex marido de Fátima dijo en la vista oral que España quería contratarle para realizar labores "de espionaje sobre terroristas argelinos", algo que la familia de la joven asesinada considera que es mentira.

Pistola

El arma de fuego usada para matar a Fátima no la llevaba Raouf Bouziane cuando fue detenido en su país, donde declaró que "la pistola la había comprado a un ciudadano marroquí" en la provincia, indicó una familiar de la joven.

La familia de Fátima ha recibido con satisfacción la condena de 15 años de cárcel para Raouf, aunque admiten que "nunca vamos a estar contentos".

A diferencia de España, el ex marido de Fátima no disfrutará de beneficios penitenciarios y tendrá que cumplir de forma íntegra la pena, según indicaron las fuentes familiares.

Mientras Raouf sigue encarcelado en Argelia, el juzgado de Alicante que instruye la causa abierta tras el crimen continúa realizando diligencias y va a tomar declaración a otras dos hermanas de Fátima. Una de ellas, la que estuvo en Comisaría con Fátima denunciando las amenazas de muerte días antes del crimen, prestó declaración hace dos semanas en el juzgado. Dos hermanas de Fátima estaban en la discoteca el día del crimen pero no vieron al asesino y están convencidas de que también les habrían disparado a ellas si se las hubiera cruzado en el local. La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Alicante ha rechazado ceder a Argelia la jurisdicción del asunto. Pese al deseo de la familia de que sea juzgado en Alicante, sus allegados sospechan que no ocurrirá así.