Más de 300 personas se unieron ayer en la Rambla de Alicante para protestar contra el retraso de la aplicación de la Ley de Dependencia y exigir al Consell que deje de "boicotear" la normativa que permitiría ayudar a las personas que sufren patologías graves y que necesitan ayuda "para subsistir". El encuentro, que comenzó en el cruce entre la Explanada y la Rambla, también sirvió para criticar la decisión del Gobierno de recortar el gasto social y aprobar un Real Decreto que "elimina la retroactividad desde la fecha de solicitud y que aplaza el pago de la prestación con carácter opcional durante cinco años como máximo", según denunciaron los organizadores.

La de ayer fue una manifestación dura en las exigencias. Acudió poca gente. Menos que en ocasiones anteriores -es la tercera vez que Alicante acoge una manifestación para reclamar la aplicación de la Ley de Dependencia-. Sin embargo, hubo mucho ruido, mucha música y durante el recorrido entre la Explanada y la Rambla fueron interesándose curiosos que preguntaban sobre el ato.

De este modo, la protesta se convirtió en un acto de denuncia pero, sobre todo, de unión entre los dependientes. Entre los manifestantes había miembros de las plataformas en defensa de la Ley de Dependencia de Alicante y Comarca, los organizadores, pero también de las de Sax y Aspe, entre otros. También acudieron representantes políticos y sindicales. Ahí estaba Roque Moreno, portavoz del grupo socialista de Alicante, a pesar de que también se criticó al Gobierno de su mismo partido. No se vio a nadie del PP.

Seguir luchando

Para el portavoz de la plataforma de Alicante y comarca, Miquel Martorell, la manifestación fue un símbolo para "seguir luchando", algo que reiteró en su discurso otro de los miembros de su plataforma. "Criticamos el ninguneo de Camps y estamos indignados con el Gobierno. Suprimir la retroactividad supondrá que las autonomías tendrán otros cinco años más para pagar, lo que nos hará recurrir a los tribunales para luchar por cobrar nuestros retrasos, pero lo más importante es que una persona dependiente no puede esperar diez años", dijo Martorell. "Nos sentimos doblemente estafados. Sin embargo, deben tener claro que estamos unidos y vamos a seguir exigiendo lo que nos corresponde por ley", añadió.

La concentración contó con una batukada que animó el recorrido y una escenificación mímica para criticar al Consell.