La juez del Juzgado de Menores en funciones de guardia dejó ayer en libertad a los seis menores detenidos por su presunta implicación en la multitudinaria pelea que se produjo en el parque Lo Morant de Alicante el pasado miércoles, que se saldó con 14 detenidos. Entre los menores arrestados, con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años, se encuentra una joven acusada de causar lesiones a otro menor por pegarle, presuntamente, con la pata de una silla en la cabeza. Sobre la chica, una alicantina de 17 años, la juez decretó la libertad vigilada, medida cautelar que requiere un seguimiento de su comportamiento y que sólo impuso sobre ella. El resto de detenidos, mayores de edad, está previsto que pasen a disposición del juez en la mañana de hoy.

Según indicaron ayer fuentes judiciales a este diario, el origen de la reyerta podría estar en un conflicto entre bandas, ya que entre los detenidos hay al menos cinco personas a los que otros implicados en la reyerta acusan de pertenecer a la banda de los "maras". De hecho, entre los objetos incautados por los efectivos policiales existen varios rosarios de colores, símbolos de las bandas latinas. Además de estos colgantes, también se ha requisado una espada medieval afilada, una cadena metálica y destornilladores, objetos que presuntamente se utilizaron en la reyerta, además de piedras.

Las fuentes explicaron que la joven sometida a libertad vigilada podría pertenecer a la banda de los "maras", ya que su novio, que fue atacado por otro chico al que ella pegó en la cabeza, sí forma parte de la banda.

Según indicaron las citadas fuentes, un grupo de jóvenes se acercó a otro de los grupos que estaba en el parque porque "buscaban pelea", ya que anteriormente había habido reticencias entre las pandillas, integradas por chicos y chicas de distintas nacionalidades latinoamericanas, aunque también había alicantinos y un grupo de árabes. La investigación intentará esclarecer si existe un conflicto de bandas que compiten por el control del territorio, aunque ayer todos los menores que declararon ante la fiscal de guardia negaron pertenecer a alguna asociación.