El PP, con Francisco Camps a la cabeza, se lanzó ayer en tromba para cuestionar la instrucción judicial del caso Gürtel, a raíz de la decisión de un juez del Tribunal Supremo de investigar las actuaciones practicadas por Baltasar Garzón en relación con las escuchas a los abogados de los cabecillas de la trama corrupta. Conocida la nueva resolución del magistrado Alberto Barreiro, Camps pidió explicaciones por "la ocultación de pruebas exculpatorias evidentes" que probarían "su absoluta inocencia". Al tiempo que la dirección nacional del PP se sumaba a las críticas por medio de Trillo -"el caso puede dar un giro copernicano"- y González Pons -"se demuestra que el juicio contra Camps puede estar politizado"-, la oposición socialista acusó a los populares de coincidencia de intereses con los responsables de la red Gürtel por buscar la anulación de todo el proceso.

Si el miércoles los populares anunciaron un recurso contra el auto de inhibición del juez Pedreira por estar fundamentado, a su juicio, "en informes del Gobierno", ayer recibieron como un balón de oxígeno la investigación abierta en el Supremo sobre la instrucción de Garzón y la hipótesis de que hubiera irregularidades en el reparto judicial del caso Gürtel. Aunque tampoco admitió preguntas, Camps sí recurrió ayer tras un acto público a los medios informativos para lamentar "la ocultación" en el proceso judicial de una grabación en la que el "número dos" de la trama, Pablo Crespo, reconocía a su abogado que el presidente de la Generalitat sí se había pagado sus trajes. A esta conversación se refirió Camps como "pruebas exculpatorias evidentes, algo que ya dijimos desde el principio" y lamentó que esas pruebas no vieran la luz porque de haberlo hecho "seguro que no habría comenzado nunca ningún tipo de proceso". Al respecto, añadió que "alguien tendrá que explicar" por qué se ocultaron unas pruebas, que habrían permitido "ahorrarse" a la Justicia, a los ciudadanos y al propio Presidente del Consell un año y medio de contencioso jurídico.

Camps recibió ayer un nuevo espaldarazo del portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, que aseguró que el caso Gürtel podría dar "un giro copernicano" a raíz de la resolución del Supremo y advirtió de que podría haber "consecuencias gravísimas" si se demuestra que las dos fiscales "buscaron el momento oportuno para que Garzón se quedara con el caso".

En la misma línea, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, destacó que "si las fiscales ocultaron pruebas exculpatorias, no sólo habrían cometido un delito, sino que también habrían servido al interés político del Gobierno".

"Triquiñuelas judiciales"

Sin embargo, para los socialistas, esta estrategia procesal de Camps consiste en "un conjunto de triquiñuelas judiciales que despliega Federico Trillo en nombre del PP y que tienen como fundamental intención evitar el avance de la investigación", explicó el portavoz parlamentario Ángel Luna.

A su juicio, "cuando buscan tan desesperadamente anular el proceso es porque no pueden dar respuesta al fondo del asunto". Para el secretario del PSPV, Jorge Alarte, con esta estrategia de defensa, lo que Camps pretende es "huir nuevamente" de la Justicia.