A la espera de las obras de arte, el imponente edificio del nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Alicante -el MACA- se llenó ayer de políticos para su inauguración. Y a la cabeza de todos ellos, el presidente de la Generalitat, un sufriente Francisco Camps, que vivió un momento de respiro tras el calvario de la semana pasada con el varapalo del juez Pedreira y el enésimo rifirrafe en las Cortes a causa del "escándalo Gürtel". Ante la amenaza de nuevos sobresaltos judicial, Camps se vio ayer arropado por los suyos -Federico Trillo incluido-, mantuvo la corrección institucional con José Joaquín Ripoll y recibió un balón de oxígeno desde la dirección nacional con el respaldo de González Pons, al que también se sumó el presidente gallego Núñez Feijóo. Mientras sus partidarios mantienen que está dispuesto a resistir "hasta el final y hasta donde permita la Justicia", sus detractores admiten cierta sorpresa por la capacidad de resistencia del jefe del Consell. "Aguanta como gato panza arriba", reconoció en privado un significado ripollista. A él fue imposible preguntarle porque, una vez más, esquivó el encuentro con los periodistas.

Después de tanta tensión judicial y parlamentaria, el acto de reaparición en Alicante fue muy cómodo para el presidente, que jugaba en casa y recibió a la entrada del MACA una salva de aplausos de una veintena de personas próximas a su entorno. No hubo convocatoria específica, pero el campismo se movilizó para arropar a su jefe de filas. Además de los consellers Flores y Miró, acudieron los alcaldes y alcaldesas de Alicante, San Vicente, El Campello, Santa Pola y Aigües, así como un buen número de diputados autonómicos por la provincia, entre los que estaba también Yolanda García Santos, ex tesorera del PPCV implicada en la presunta financiación ilegal del partido. Más escasa fue la representación empresarial: estuvo la cúpula de la CAM y Manuel Peláez, pero faltaron los presidentes de Coepa y la Cámara.

La inauguración del nuevo museo permitió a Camps hablar de cultura, de infraestructuras y de turismo "de calidad". Incluso le ofreció a Ripoll la posibilidad de crear un itinerario museístico con el Marq y el Mubag. Presentes Modesto Crespo, Armando Sala y Vicente Sala, aprovechó asimismo para felicitar de nuevo a la CAM "por el salto histórico" de su alianza con otras cuatro cajas, "que le dará más fuerza, solidez y solvencia" a la entidad alicantina.

Todo fueron sonrisas y parabienes durante el recorrido oficial, aunque en algún corrillo aislado se comentó la delicada situación judicial y política que atraviesa el jefe del Consell. "Va a aguantar; no me cabe duda", comentaban con discreción sus afines. Los hay en este núcleo que hasta vinculan la suerte de Camps con la que pudiera correr el propio Mariano Rajoy, sobre todo, desde que el auto del juez Antonio Pedreira dejara apuntada la posibilidad de financiación irregular del PP nacional en las generales de 2008. "Cuidado, que si cae Camps, puede arrastrar consigo a Rajoy", conjeturan. Los hubo, incluso, que quisieron ver la presencia de Trillo como un espaldarazo de la dirección nacional tras el vacío de Génova en el acto del tercer aniversario de la victoria electoral del 22 de mayo en Valencia. En la misma línea enmarcaron las declaraciones de dos "pesos pesados" de la ejecutiva de Rajoy como González Pons y Núñez Feijóo, que hasta la fecha se habían manifestado muy poco condescendientes con el presidente autonómico y sus vicisitudes con el caso Gürtel. El vicesecretario de Comunicación del PP defendió ayer en la sede nacional que Camps es "uno de los grandes líderes" del partido y negó que sus desconcertantes reacciones sobre el escándalo de los trajes y los procesos judiciales en curso perjudiquen al partido, sino que, antes al contrario, "le benefician". Por su parte, el presidente gallego declaró que si Camps ha dicho que "no se ha enriquecido como político, y yo le creo, le asiste todo el derecho a defenderse". Eso sí, también pidió que el caso Gürtel "se investigue a fondo" y advirtió de que si en el PP "hay alguien que ha metido la mano en la caja, en el partido no puede estar".

Descartado el amago de las elecciones anticipadas, Camps y sus colaboradores se vuelcan en esta estrategia de la resistencia, que seguramente comentó con el portavoz de Justicia de la dirección nacional, Federico Trillo, también responsable de la línea defensiva del partido en el escándalo de la trama corrupta de Correa. El diputado por Alicante era ayer uno de los más requeridos por los periodistas, pero, acabada la inauguración del MACA, se subió al asiento delantero del coche oficial de Camps y ambos se perdieron calle arriba por Villavieja.

Denuncia al portavoz socialista

Por otra parte, el vicepresidente del Consell Juan Cotino ha presentado una demanda de conciliación contra el portavoz socialista en las Cortes, Ángel Luna, y el diputado del mismo partido Francesc Signes por denunciar en una rueda de prensa tráfico de influencias y trato de favor en las contrataciones de la Generalitat con la empresa Sedesa, de la familia de Cotino. Los dos parlamentarios han sido citados el próximo día 22, aunque Luna ya ha dicho que no piensa acudir "porque

no tiene nada que añadir".