El límite está en la apertura de juicio oral. Si Francisco Camps, de nuevo imputado por un presunto cohecho en el caso de los trajes ligado a la operación Gürtel, finalmente, se ve obligado a sentarse en el banquillo por un delito de supuesta corrupción, ese día, el PP tendría que tomar una decisión sobre el futuro político del jefe del Consell. Así lo asumen en privado pero también en público dirigentes populares. Génova ya no se va a volcar con el presidente de la Generalitat. El acto del pasado sábado en otros tiempos hubiera tenido a Mariano Rajoy -al que Camps "salvó" tras su derrota en las generales de 2008- como protagonista. Ahora, sin embargo, nadie de Madrid quiere hacerse la "foto" con Francisco Camps.

E, incluso, ya hay quien sugiere a micrófono abierto que la situación es muy complicada. Casi insostenible. El portavoz económico del PP, Cristobal Montoro, en una entrevista en Radio Nacional de España, de hecho, dejó claro que la cúpula de Génova -que se conjuró en una reunión para esquivar el acto con Camps del pasado sábado- tendrá que "hablar y debatir" en el caso de que el jefe del Consell sea procesado aunque, a renglón seguido, matizó que, en estos momentos, todavía no se ha llegado a ese estado judicial. "Dejemos que el proceso siga adelante y no hagamos escenarios de este tipo", agregó para considerar, en todo caso, que "hay que dejar que Francisco Camps se defienda".

Otro que lo tiene claro es el presidente provincial del PP, Joaquín Ripoll, que ya ha mostrado su desacuerdo con la situación en sendos actos convocados para respaldar al jefe del Consell a los que, sin embargo, Ripoll ha terminado por no acudir. El también titular de la Diputación entiende que el PP tiene un código ético que "debe mantener" y consideró que Camps, al igual que él mismo "y todos", tienen que "ceñirse a ese código ético". "Creo que el PP tiene un código ético y que debe seguir, el presidente Rajoy así lo ha establecido y yo creo que el presidente Camps y yo mismo, y todos, nos tenemos que ceñir a ese código ético", subrayó. No fue más allá pero es una enorme carga de profundidad contra el jefe del Consell. Cumplir el código ético del PP significa que, si se abre juicio oral, en teoría, el presidente de la Generalitat tendría que renunciar al cargo. De momento, esta semana, Camps tendrá que volver a enfrentarse al caso Gürtel en las Cortes. Le preguntará Ángel Luna. Compromís, en esta ocasión, le interrogará sobre economía.