La Conselleria de Medio Ambiente ha autorizado la instalación de un centro de almacenamiento temporal de residuos peligrosos y tóxicos, así como de aparatos electrónicos, en el polígono de las Atalayas con una superficie de 388 metros cuadrados y capacidad para 293 toneladas. Según la mercantil que lo solicitó, Saica Natur, será el primer almacén de estas características en la ciudad y de los pocos que hay en la provincia.

La empresa ya se encuentra instalada en el polígono industrial, pero hasta ahora su actividad se centraba en la preparación del papel y el plástico para su reciclaje y en la retirada de residuos industriales de diferentes empresas. El delegado de la mercantil en Alicante, Rafael Ruiz, señala que hasta el momento la autorización que tenían les permitía transportar desperdicios peligrosos, pero no almacenarlos temporalmente. Por ello, se veían obligados a llevar la mercancía a otros almacenes de la provincia -en localidades como Ibi, Villena o Biar- para acumular una cantidad importante antes de trasladar los desperdicios peligrosos a los vertederos especializados más cercanos, que se encuentran en Cartagena y Castellón.

A partir de este momento, y una vez obtengan la licencia de apertura de la nueva nave de almacenaje que ya está construida, los residuos calificados como tóxicos o peligrosos que recojan de las empresas para las que trabajan podrán depositarse allí por un periodo de seis meses antes de ser trasladadas a los vertederos especializados, como explica Ruiz. El delegado de Saica Natur señala que todas las empresas para las que trabajan generan residuos peligrosos como pinturas, barnices, tubos fluorescentes o disolventes por lo que con este almacén podrán "prestar un servicio integral". Explica que la mercantil tiene 45 delegaciones en el país, de las que una treintena ya disponen de esta planta de almacenaje temporal.

La nueva nave ocupa una superficie de cerca de cuatrocientos metros cuadrados y tendrá una estructura diáfana, según se desprende del informe de la Conselleria al que ha tenido acceso este diario. La licencia permite a la empresa almacenar por dos años los residuos que se consideren no peligrosos, como aparatos eléctricos o electrónicos, y de seis meses si se trata de desperdicios tóxicos y peligrosos "hasta su traslado a otro gestor para su valorización o eliminación".

Como inciden desde la empresa, en toda la provincia no existe ningún vertedero al que trasladar los desperdicios de forma definitiva, sino que se hallan a una gran distancia. Por operatividad y rentabilidad deben acumular una cantidad de residuos antes de trasladarlos en vehículos hasta los vertederos autorizados. De ahí la necesidad de almacenarlos temporalmente hasta recoger una cantidad importante para realizar el desplazamiento. El resto de basura es llevada al vertedero o usada para el reciclaje.