El MSC Fantasía (333 metros de eslora) entró ayer en la historia del Puerto de Alicante al convertirse en el barco más grande que jamás había atracado en los muelles alicantinos y, además, cargado de lujo pues se trata del buque insignia de la naviera italiana –la primera que apuesta en serio por convertir a la ciudad en puerto base– que se caracteriza por cuidar hasta el último detalle. El MSC Fantasía trajo hasta la ciudad cerca de 4.000 turistas y 1.200 tripulantes que disfrutaron de un día primaveral y, además, dejaron buenos ingresos para el sector turístico, ya que la mayoría bajaron del barco.
Desayunar en un salón acristalado cuando comienzan a reflejarse los primeros rayos del sol de la mañana, sesión de masaje en un spa balinés, comer en el exquisito L´Etoile (comida francesa de autor), siesta, casino, cine en 4D, discoteca y, si hay tiempo, emular a Fernando Alonso o Lewis Hamilton, en un simulador de Fórmula I ubicado en el piso 18 del buque, componen parte del abanico de actividades que se pueden hacer a bordo del MSC Fantasía. Un crucero apto para todos los públicos y que, según se pudo comprobar ayer, cuida hasta el último detalle, como el que el piano o las escaleras del vestíbulo principal se hayan fabricado con cristal de Swarosky. Un tanto barroco, pero, a tenor de las caras de los pasajeros que ayer hicieron escala en Alicante rumbo a Palma, a gusto del tour operador francés que esta semana ha fletado el barco para un crucero por el Mediterráneo.
Recorrer los salones, cubiertas, bares, cafeterías, teatro (l´Avanguardia tiene capacidad para 1.603 espectadores), boutiques, spa, gimnasio, piscinas... introducen al pasajero en una especie de ciudad sobre el mar con todo tipo de prestaciones. Casi cuatro mil turistas a bordo atendidos por una tripulación compuesta por 1.200 personas, de todas las nacionalidades y... oficios, pues en un crucero de estas características, puedes comer un pizza preparada por un maestro napolitano, cenar una hamburguesa como si estuvieras en Kansas y, durante la tarde, sumergirte en el ambiente de Bali para recibir un masaje antiestrés.
Consolidar Alicante como puerto base para los cruceros que surcan el Mediterráneo ha sido una vieja aspiración de los rectores del Puerto de Alicante desde que el hoy conseller de Infraestructuras, Mario Flores, accedió a la Presidencia en 1995. Viajes a Miami –capital mundial de los cruceros– y contactos con las grandes navieras hicieron posibles las escalas de los grandes buques, pero faltó lo principal, que Alicante fuera considerado puerto base en el Mediterráneo.
En 2003 se invirtieron dos millones de euros en la rehabilitación de la antigua terminal marítima de cruceros –Alicante llegó a tener línea regular con EE UU a mediados del siglo XX– y, por fin, en 2007 llegó la confirmación de que el buque Jules Verne tendría su base en Alicante. El barco no cumplió, sin embargo, con las expectativas al tratarse de una nave más propia de las que cubren el ferry Alicante-Argelia, que de los grandes «resorts flotantes» de navieras como la Cunard, Royan Caribbean, Costa o MSC.
MSC Cruceros es la mayor empresa de cruceros de capital únicamente italiano y una de las más importantes del mundo. Tiene su sede en Nápoles y está presente en 26 países. Fundada en 1987 sobre la herencia de la naviera Starlauro, la empresa cambió de razón social en 1995, año en el que se constituyó oficialmente Mediterranean Shipping Cruises. En 1995, MSC dio inicio a la comercialización de cruceros en los barcos MSC Rhapsody, MSC Monterrey y MSC Symphony. El MSC Fantasía fue botado en 2008 y pasa por ser uno de los más modernos del mundo.
El traslado de los silos a poniente, inminente
El director general de MSC en España, Emiliano González, anunció ayer que su naviera volverá a tener Alicante como puerto base (embarque y desembarque de pasajeros) para sus cruceros en el Mediterráneo el próximo otoño. En concreto, el MSC Orchestra realizará cruceros de 9 días desde Alicante visitando Barcelona, Génova, Málaga, Cádiz, Lisboa y Gibraltar. Ayer, durante su visita a Alicante, el capitán del barco recibió sendos obsequios de los ayuntamientos de Alicante y Elche y del Patronato de Turismo. Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Campoy, se reafirmó en su compromiso de adecentar el muelle 14 con la reparación de los norays y el inicio del traslado de los silos de cemento a la dársena de poniente. «Quiero que todos los turistas que lleguen a Alicante en un crucero puedan abandonar el muelle por un paseo». Ayer, también se redobló la vigilancia policial en los alrededores de la playa del Postiguet.
