Cuando aún está caliente el debate sobre el retraso de la edad de jubilación en España hasta los 67 años, dos magistrados de la Audiencia han decidido continuar trabajando como jueces eméritos a pesar de que ya les toca salir de la vida laboral. Se trata de los magistrados Faustino de Urquía y Alberto Facorro, a quienes ya les llega la edad de jubilarse. El presidente de la Audiencia, Vicente Magro, expresó su alivio al saber que podrá seguir contando con ellos, "ya que se trata de dos verdaderos pesos pesados en el mundo de la judicatura alicantina, cuya experiencia y conocimientos del derecho penal están fuera de toda duda".

A Faustino de Urquía, que en la actualidad preside la Sección Segunda de la Audiencia, le toca la jubilación el próximo mes de agosto, una vez que cumpla los 70 años. Por su parte, Alberto Facorro, que está destinado en la Sección Primera, se jubilará en marzo de 2011. Sin embargo, no se trata de un adiós. Los dos magistrados continuarán trabajando para la Audiencia con el título de eméritos. Al ser un trabajo de tipo intelectual, no hay límite de edad para que puedan seguir ejerciendo, a no ser que surjan otras limitaciones de tipo físico.

No tendrán que ir a trabajar todos los días a la Audiencia, sino que serán llamados cada vez que se necesiten sus servicios. Suplirán el papel que en la actualidad tienen los jueces sustitutos, "con la ventaja de que ambos cuentan con muchísima experiencia. Son unos sustitutos de lujo", aseguró Magro. De los últimos casos que se recuerdan de jueces que siguieron su carrera después de la jubilación, está el de un magistrado de la Sección Tercera que después de los 70 se incorporó a un juzgado de lo Contencioso-Administrativo. En estos momentos, las secciones de la Audiencia que más carga de trabajo soportan son las de penal, por lo que es con ellas con las que ambos jueces seguirán colaborando.